La muerte de Lía Zamora ha causado conmoción en Manabí.
Y es que su partida tan repentina, a mano de sicarios (bala perdida), dejó una huella que su familia muy difícilmente podrá borrar.
El pasado 29 de enero cumplió nueve años y por este acontecimiento ella había pedido comer pizza.
Su familia la llevó al Mall del Pacífico, y mientras todos degustaban de una pizza la niña pidió la palabra para agradecer por cuidarla.
El momento quedó captado en un video de 22 segundos donde Lía Zamora habla de su abuela, sus tías y su mamá.
Al final agradece a su papá Franklin por cuidarla desde el cielo junto con Dios.
“Ella nos sorprendió con esas palabras, que nos llegaron al corazón porque no estaban preparadas”, expresó Magaly Zamora, tía de la menor.
Ella contó que Lía era una niña a la que le gustaba cantar y bailar.
Era inquieta, alegre, bromista y feliz. “Pese a no tener papá y vivir con su mamá hospitalizada, nos confortaba”, dijo.
“Pedía que no lloremos por su papá, porque estaba con Dios”, expresó Zamora.
Ella contó que esta muerte ha destrozado a toda una familia.
El dolor se volvió más intenso cuando ingresaron a su cuarto y encontraron entre sus pertenencias una carta hecha con puño y letra para su amiga Rafaela, donde le decía que quería ser maestra.
La menor estudiaba en la escuela El Principito, ubicada en Los Cactus, frente a El Palmar.
Cursaba el tercer año de educación básica.
La niña de nueve años murió en una balacera registrada el sábado en la noche en el barrio 8 de Enero, donde también falleció Oscar Mauricio Campuzano. Ambos fueron sepultados ayer en la tarde en Manta.
La Policía informó que por este doble crimen se abrió una investigación especial para dar con los asesinos.
La única pista que tiene la entidad es la quema de un carro en el sitio La Sequita de Montecristi, que sería el mismo vehículo usado por los sicarios para escapar luego de la balacera.
Este atentado se produjo cuando los sicarios llegaron a matar a Jesús Anchundia, un hombre con antecedentes penales por tráfico de droga, que logró sobrevivir al salir corriendo por unos de los callejones del barrio 8 de Enero, dijo la Policía.
Anchundia recibió tres disparos y está hospitalizado.