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Una sentencia judicial dice que la muerte de José Salvador Meza Palacios, de 73 años, fue por una mala práctica médica. Sucedió a finales del 2016 en Manta.

Shirley Meza indicó que su papá presentaba un leve sangrado en la nariz y decidieron llevarlo a una clínica. Le descubrieron que había unos vasos sanguíneos que estaban rotos.
Él fue sometido a una operación con láser y todo salió bien. Pero en enero de 2017 el sangrado en la nariz volvió.
Ese día Shirley y una hermana lo llevaron al hospital Rafael Rodríguez Zambrano, porque el médico que lo operó la primera vez estaba de vacaciones.

Los minutos pasaban y como no era atendido, la familia se desesperó. Entonces tomaron la decisión de buscar otro cirujano y llegaron a otra clínica privada de Manta. Nuevamente lo operaron y José Salvador Meza salió bien.

Así el paciente quedó en manos de este último médico, que cada vez y cuando le hacía chequeos en la nariz. Ese mismo mes el sangrado volvió y en aquella ocasión el médico les dijo que iban a auscultar el interior de la nariz con una cámara.

Ese día Shirley y una hermana lo llevaron a la clínica para una revisión. Lo extraño para la familia es que horas después José salió inconsciente de la clínica. Los médicos dijeron que había sufrido un derrame cerebral, pero que con terapias se recuperaría.

Al verlo así, el mismo médico, un otorrinolaringólogo de Manta, les recomendó llevarlo a otra clínica de la ciudad, donde le cobraban 25 mil dólares para atenderlo, pero no le daban esperanzas de vida.

La familia optó por trasladarlo hasta una clínica de Quito, donde dos días después murió.

Los familiares aseguran que la clínica donde entró por una revisión no tenía autorización (tras el terremoto) para operar ni ingresar pacientes, sin embargo los jueces ni las autoridades de salud la clausuraron.

AUTOPSIA.  A José Salvador Meza Palacios le hicieron un examen forense y fue con este documento que la familia descubrió que le habían abierto la nariz y por el cuello le cortaron las arterias carótidas. 

Todo eso habría ocurrido el día que el médico les dijo que iba a revisarlo con una cámara. La familia señala que jamás le dijeron que lo iban a operar.

En ese consultorio estaba la doctora Rosa Amada Dueñas, quien es señalada en la sentencia como la persona que habría cortado las carótidas. Aquello que le provocó la muerte a José. Fue con ese documento que la familia inició un proceso judicial que le ha tomado cinco años.

SENTENCIA.  El abogado Ernesto Sotomayor manifestó que la sentencia por homicidio culposo en contra de la doctora Rosa Amada Dueñas fue de un año de prisión y el pago de 10 mil dólares a los familiares.
Sin embargo, la doctora se acogió al derecho de casa por cárcel y tener que presentarse una vez al mes en un juzgado.

Diario La Marea buscó la versión de la doctora Rosa Dueñas, pero no fue posible ubicarla.

El otorrinolaringólogo, en el juicio, fue declarado inocente. La familia considera que no se hizo total justicia.