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Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención de Suicidios.

Hace diez meses, la hija mayor de Ana intentó quitarse la vida, algo que no imaginó que podría suceder en su hogar.

Ella, una profesional de 33 años que se convirtió en madre a los 16, asegura que nunca vio una señal de que su hija quisiera suicidarse.

Según contó, la adolescente de 16 años tomó una sobredosis de medicamentos que estuvo a punto de provocarle un daño hepático irreversible.

“Estuvo dos días hospitalizada y luego se le realizaron varios exámenes para determinar si tenía algún daño permanente en el hígado o en el sistema digestivo, pero tuvo suerte”, dice la mujer.

Luego, agrega, la menor de edad estuvo en tratamiento psiquiátrico. Se determinó que sufre depresión y ansiedad, producto del vínculo conflictivo que tiene con su padre.

“Mi hija siempre ha sido la consentida de sus abuelos, la mejor alumna y deportista. Era la adolescente modelo. Antes de su intento de suicidio comenzó a ser más callada, pero nada que pareciera fuera de lo normal”, refiere Ana.

“Es increíble cómo una persona que por fuera se ve tan feliz, puede estar sufriendo por dentro y por sucesos que los demás no creen importantes”, añade.

61 casos en Manabí en 2023

Según la Dirección Nacional de Investigación de Delitos Contra la Vida (Dinased), Manabí cerró el 2023 como la cuarta provincia en número de suicidios, al registrar 61.

El primer lugar lo ocupa Pichincha con 280 casos, mientras que Guayas le sigue con 211. En tercer lugar figura Azuay, con 81.

El Ministerio de Salud Pública, que cita datos del INEC, detalla que en 2020, 1.089 personas tomaron la determinación de quitarse la vida.

En 2021 fueron 880, pero en 2022 volvieron a subir a 1.143. La cifra nacional del 2023 fue de 1.109.

Para el psicólogo clínico Wladimir Ruiz, las señales de que una persona va a atentar contra su vida no siempre son evidentes.

“Dependen del rango etario. Un niño o joven probablemente manifieste más signos de conducta suicida, como el aislarse, dejar de hacer actividades que antes le gustaban, cambios en la alimentación y sueño, etc.

Mientras tanto, en los adultos no siempre es observable, ya que estos, al sentirse juzgados por un entorno, suelen ocultarlas para así no ‘exacerbar’ su malestar”, precisa.

Señala que las ideas suicidas se forman de experiencias psicológicas como la percepción de ser una carga para los demás y un sentido de pertenencia frustrado que equivale a no sentirse parte de un grupo, perdiendo frecuentemente el sentido de propósito de vida. Factores como lo económico también influyen.

Personas que requieren apoyo

Karina Molina Sabando, psicóloga clínica, considera que tras un intento de suicidio “es vital proporcionar apoyo inmediato y continuo. Esto incluye asegurarse de que reciba atención psicológica”.

“Es importante que el entorno del afectado sea comprensivo, evitando juzgar y brindando un espacio seguro para que pueda expresar sus emociones”, explica.

En el caso de la hija de Ana, ella buscó ayuda psiquiátrica, pero tuvo que abandonar la terapia debido a los altos costos.

En este punto, Ecuador cuenta con una reciente Ley de Salud Mental que, entre otras cosas, debe garantizar el acceso a la atención psicológica o psiquiátrica para los ciudadanos.

“La implementación efectiva de la Ley aún enfrenta desafíos. Aunque existen esfuerzos por ampliar la cobertura, es necesario mejorar la infraestructura de salud mental, capacitar a más profesionales y garantizar que los servicios lleguen a las zonas rurales y a poblaciones vulnerables”, dice Molina.