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La caída del cabello, más allá de la apariencia; expertos aseguran que hay un impacto en la salud emocional y física de quien lo padece.

La caída del cabello o alopecia afecta a millones de personas en todo el mundo y no solo altera la apariencia física, sino que también puede impactar profundamente en la salud emocional y mental.

A pesar de ser un problema común, aún existe desconocimiento sobre sus causas y opciones de tratamiento.

Un estudio de la plataforma especializada Medihair revela que alrededor del 85% de los hombres y el 33% de las mujeres experimentan pérdida de cabello en algún momento de sus vidas.

En el caso de los hombres la principal causa de alopecia es la calvicie de patrón masculino, responsable del 95% de los casos, debido a factores genéticos y hormonales.

La caída del cabello se considera problemática cuando supera los 100 cabellos diarios.

Según la Dirección Médica de Laboratorios Bagó, una pérdida excesiva puede ser una señal de trastornos subyacentes.

Aunque la genética es un factor determinante, existen otros desencadenantes que pueden agravar la pérdida de cabello, tales como el envejecimiento, cambios hormonales, estrés, dieta inadecuada, etc.

La pérdida de cabello con frecuencia causa síntomas físicos visibles, como una mayor exposición del cuero cabelludo y una notable cantidad de hebras caídas.

Caída del cabello

En ciertos casos, también puede afectar la lozanía de la piel y la fortaleza de las uñas. La pérdida de cabello puede afectar profundamente la autoestima y percepción personal.

Al estar relacionado con la identidad, el cabello es un aspecto significativo en la imagen personal, por lo que su pérdida puede provocar ansiedad, estrés e incluso depresión.

En muchos casos, las personas que enfrentan alopecia experimentan incomodidad en situaciones sociales, sintiéndose acomplejadas o cohibidas.

Las opciones para tratar la pérdida de cabello son variadas, aunque se debe recordar que no todos los tratamientos funcionan igual para todas las personas.

Algunos deciden no intervenir y aceptan el cambio, mientras que otros optan por técnicas como peinados, maquillaje o accesorios que disimulan la calvicie.

Existen, además, tratamientos médicos y estéticos que pueden ayudar a frenar la pérdida o estimular la regeneración capilar.

Sin embargo, antes de iniciar cualquier tratamiento, es crucial consultar con un dermatólogo para identificar la causa del problema.