Seis días y sus noches a 40 millas por hora es el tiempo que se toman los lancheros con un cargamento de droga desde las costas de Manabí hasta México.
Antes de la travesía ilegal, se coordina el plan entre el enganchador y los pescadores expertos en navegación.
Muchos de los pescadores artesanales se transformaron en los últimos años en viajeros con cocaína, porque la pesca se ha alejado.
Ahora se realiza la pesca a más de mil millas desde las costas en lanchas remolcadas por barcos nodrizas. Es más trabajo y menos ganancias.
Varios pescadores que han llevado droga en lancha hacia Guatemala o México señalan que el pago inicial dependerá de quién es el enganchador.
Todo porque el pago inicial va desde cinco mil hasta 25 mil dólares.
Si el viaje no tiene contratiempo, el pago para los dos pescadores en total bordearían de 90 mil a cien mil dólares.
Los embarques de la droga en pequeñas embarcaciones que salen del perfil costero se dan entre las 17h00 y 19h00.
En esas lanchas llevan el cargamento, que en la actualidad sobrepasa la tonelada de droga, a una embarcación más grande que está a 30 millas mar adentro.
Por este viaje inicial, quienes se encargaron de este proceso reciben entre 2.500 y tres mil dólares.
Allí es cuando empieza recién el viaje que tendrá como destino México.
La embarcación que realiza el viaje tiene de longitud 10 metros de largo por tres de ancho. Lleva tres motores de borda y está equipada con radios y teléfonos satelitales.
Los teléfonos normales son prohibidos en este viaje, porque les pueden detectar la señal.
Un cargamento capturado por la Armada del Ecuador hace apenas semanas, según las fuentes, se frustró por una llamada que se hizo cerca de Galápagos.
Lancheros deben entregar la droga
En este trayecto los lancheros no deben dormir, y para ello se mantienen con el consumo de café de manera permanente.
En el trayecto la alimentación de los lancheros es en base a frutas y enlatados.
Un corto descanso en los seis días se da en la tercera tanqueada de combustible.
Ese abastecimiento lo hacen otras embarcaciones que son parte de la logística de la cocaína.
Son cuatro abastecimientos de combustible que reciben en todo este trayecto, para poder lograr sus objetivos.
En cada uno de ellos reciben 40 canecas de 18 galones o 72 litros de combustible artesanal.
La embarcación que realiza el último abastecimiento espera en altamar que los lancheros cumplan con la entrega de la droga en México para traerlos de vuelta a casa.
Cuando la embarcación que llevaba la droga regresa y la tripulación ya está a bordo del pesquero nodriza, la lancha es hundida con los tres motores fuera de borda, para que no queden rastros.
Los pescadores señalan que a veces desarman los motores para traerlos a puerto por partes y venderlos.
En lo que va del año se han realizado varias capturas de embarcaciones pesqueras con droga.
La última detención se dio el 9 de agosto pasado, cuando se descubrió una lancha en Santa Marianita lista para zarpar al mar. Allí se encontró 728 kilos de droga.
No hubo detenidos en esta operación ejecutada por la Policía.