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El comportamiento del clima tiene confundida a María Sabando, quien asegura que en las madrugadas hace frío y en el día calor.
Ella sospecha que esos cambios bruscos causaron que sus dos hijos, de 9 y 11 años, enfermaran de gripe. “En la segunda semana de clases ya se me enfermaron”, dijo la mujer, quien señaló que ella también ya presenta los primeros síntomas.

En realidad, Manabí vive una ola de enfermedades respiratorias y digestivas, señalan madres de familia y médicos del sector público y privado.
Jessica Barrezueta, responsable zonal de vigilancia de salud del MSP, indicó que los casos de infantes y adultos con influenza o gripe aumentaron en mayo y señaló varias condiciones.

“La primera es la transición estacional, ya que pasamos de invierno a verano; luego el reinicio de clases presenciales, que acogió a estudiantes que por dos años no tuvieron contacto con otras personas, pero que ahora en unos casos hasta madrugan para llegar a sus planteles y allí se pueden resfriar; y tercero, el contacto en lugares cerrados (aulas)”, dijo.
Explicó que los síntomas de la gripe son fiebre, presencia de moco, tos, malestar en general y en unos casos ojos llorosos por la alergia.

Añadió que estos desaparecen a los 7 días y recomendó que a los infantes con dolencias no los envíen a clases por unos tres días, para no seguir con la cadena de contagios.
Javier Quijije, jefe del área de pediatría del hospital Verdi Cevallos Balda de Portoviejo, mencionó que esta área que cuenta con 35 camas tiene ocupadas 28, debido a la presencia del adenovirus, como le llama.

Indicó que hay presencia también de enfermedades gastrointestinales que provocan diarrea a los pacientes. Pidió no automedicar y más bien acudir a un médico o centro de salud.

frío y calor

Carlos Mina, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), dijo que en Manabí se vive la transición del invierno al verano, que es habitual entre abril y mayo.

Es por eso que en el día las temperaturas llegan hasta los 34,5 grados centígrados, mientras que en las madrugadas bajan hasta 26,6.
El técnico recordó que el año anterior los registros de temperatura fueron similares y a finales de mayo es cuando las cifras empiezan a disminuir. Sin embargo, para muchos el calor continuará y se basan en que aún hay presencia de lluvias en la provincia, lo cual ya no es habitual en mayo, indicó Alfredo Guerra, técnico en gestión de riesgos y administración de desastres.

Guerra mencionó que llueve sobre todo en las zonas montañosas, y que las precipitaciones en Santa Ana son tan intensas que la represa Poza Honda rebasó agua por el vertedero el jueves, cuando superó los 106,5 metros sobre el nivel del mar (msnm) que soporta y llegó hasta 106,9 msnm. Ese día cayeron 15,1 milímetros (mm) de lluvia.

Mientras que en el cantón Bolívar fueron 18,3 mm y en Chone 8,3 mm.
El técnico señaló que antes era normal que el invierno durara de diciembre a mayo, pero en los últimos 30 años, debido al cambio climático, la estación inicia en enero y termina en abril.

Otra incidencia que genera el calor en el medio es en los cultivos. Frank García, técnico agrícola, dijo que las altas temperatura más la humedad relativa son foco propicio para la aparición de hongos que causan enfermedades a las plantas, particularmente al maíz, que precisó ha disminuido su producción en un 20%.

Recordó que en el 2020, el promedio de producción fue de 6 toneladas por hectárea, mientras que este año llegará a unas 5 toneladas.
Agregó que la afectación se notará más ya que los agricultores utilizaron menos fertilizantes en los cultivos, debido al alto precio que alcanzaron este invierno.

Vendedores de líquidos celebran
A quienes les va bien con las altas temperaturas en el día son los vendedores de jugos, agua de coco, colas o cualquier bebida refrescante.
Idilio Vélez, vendedor de agua de cocos en la avenida Universitaria de Portoviejo, dijo que de 30 vasos que vendía, ahora pasó a 60.

Agustín Cedeño, quien vende bolos, aguas y colas, mencionó que el mejor horario para la venta es de 11h00 a 13h00, cuando las personas sienten más calor. Detalló que hay días en que amanece nublado, pero luego aparece el sol en todo su esplendor.
Los médicos recomiendan beber mucho líquido para evitar la deshidratación.