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Las cárceles de Guayaquil se suman a los 20 centros penitenciarios  que no cuentan con alimentación para los internos.

Esto ocurre luego que la empresa Lafattoria, que ofrecía estos servicios, terminó su contrato.

Dicha empresa fue acusada de corrupción por el gobierno del presidente Daniel Noboa.

Representantes de Lafattoria informaron que desde este 1 de junio se oficializa el retiro de su personal de las cocinas de las cárceles de Guayaquil.

La empresa anunció que dicha decisión la tuvieron que tomar ante una deuda de más de 30 millones de dólares que supuestamente el estado mantiene con ellos.

Ahora, los familiares de unos 12.500 reos de cárceles, centros de adolescentes infractores, y unidades transitorias, tendrán que donar alimentos.

En otros centros carcelarios del país esta situación ya se había dado desde el pasado 30 de abril.

Más de 3 mil reos en las cárceles de Guayaquil

Según las autoridades en las cárceles de Esmeraldas, Carchi, Imbabura, Sucumbíos, Pichincha, Santo Domingo, Napo y Cotopaxi se recolectan donaciones para alimentar a 11.400 presos.

Todos ellos forman parte de la población de 20 cárceles ubicadas en las ocho provincias antes mencionadas.

La Unidad de Contingencia Penitenciaria de la Policía Nacional detalló en un comunicado que las donaciones están autorizadas para suplir temporalmente el desabastecimiento de alimentos.

El Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI) no explica cómo se cumplirá esta logística y desde cuándo se receptará la comida.

Luego de un mes, este organismo no soluciona el problema, tras el retiro del anterior proveedor.

El pasado 17 de mayo del 2024 se cumplió el plazo para cumplir las medidas cautelares, otorgadas por un juez de Quito.

Un informe de la Defendería del Pueblo advirtió sobre este incumplimiento. Además, de que en algunos casos, los reos sólo reciben dos de las tres raciones alimenticias.

También aseguran que las donaciones son insuficientes. A través de este mecanismo se deberá alimentar a 23.900 presos.

Las cárceles de Guayaquil, donde hay más de 3 mil reos, se suman a la falta de alimentos.