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La comandante general de la Policía de Ecuador, Tannya Varela, informó este miércoles de un mega operativo en la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil, en que han participado alrededor de 1.520 policías, después de que el fin de semana se registraran enfrentamientos entre bandas rivales, que dejaron una quincena de heridos y dos presos fallecidos.

Varela explicó que debido a los hechos ocurridos el fin de semana, la Policía Nacional tomó la decisión de llevar a cabo este operativo, en el que, por primera vez, recalcó, se intervinieron en los doce pabellones que conforman la prisión para localizar “objetos prohibidos”, pero sobre todo “armas de fuego”.

A su vez, indicó que el operativo se desarrolló a lo largo del día y no se descarta que se extienda hacia otros centros penitenciarios, aunque, precisó, que “la decisión” del presidente del país, Guillermo Lasso, ha sido “generar la presencia del Estado en este centro penitenciario en concreto debido a los “los hechos violentos” que se produjeron el fin de semana.

“Estas alertas significan tener la prioridad que requiere la atención de intervenir en estos centros penitenciarios, los cuales generan hechos vinculantes a la violencia criminal que tenemos en las calles”, explicó Varela.

A través de redes sociales, la Policía de Ecuador ha publicado varios vídeos en los que se puede ver cómo han sido encontradas varias armas, como cuchillos e incluso un fusil de gran calibre, equipos para soldar, “que presuntamente serían utilizados para fabricar armas artesanales”, y se han “desmantelado puestos de vigilancia” para alertar de la presencia de las autoridades.

El operativo, que también contó con efectivos de las Fuerzas Armadas custodiando las inmediaciones del centro penitenciario, tiene previsto extenderse también hacia la colindante cárcel de mujeres, en las que están recluidas unas 800 presas, informa el diario ecuatoriano ‘El Comercio’.

El pasado domingo, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) informó de que quince presos resultaron heridos y otros dos fallecieron en la Penitenciaría del Litoral, en la que están recluidas unas 10.000 personas, después de un enfrentamiento entre bandas rivales y de un fallido intento de fuga.