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Habitantes de la parroquia de Pifo, ubicada en el nororiente de Quito, se mostraron consternados tras la muerte de ocho perros del sector.

Ellos aseguran que los canes fueron envenenados, por lo que veterinarios de la Unidad de Bienestar Animal, de la Secretaría de Salud del Municipio, junto a la Agencia Metropolitana de Control, se trasladaron hasta esa localidad para iniciar con las investigaciones.

Se trata del segundo caso de envenenamiento que se registra en Quito en menos de un mes.

El pasado 14 de septiembre los moradores del barrio Caminos a la Libertad, en el noroccidente de Quito, denunciaron la muerte de al menos 20 perros, informó diario El Comercio.