El Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, recordó este viernes el repunte de violencia que vivió el país a comienzos de año y que alcanzó su pico cuando el 9 de enero un grupo de encapuchados armados tomó las instalaciones de TC Televisión.
Este episodio fue catalogado por el mandatario como “un intento de golpe de Estado”.
“Vimos como un intento de golpe de Estado, porque eso era lo que estaba planificado, las dos primeras semanas de enero se lo iba a ejecutar. Trataron de desestabilizar el Gobierno de todas las formas posibles. Pero una mañana decidí declarar el Estado de Conflicto Armado no Internacional”, manifestó Noboa durante un evento sobre seguridad y delincuencia organizada.
En este sentido, el mandatario puso en valor la respuesta que se le dio a esta situación.
“Dimos un golpe fuerte y una imagen importante que todo el mundo vio, cómo actuamos, cómo lo hicimos y cómo resolvimos el problema”, recalcó Noboa.
El Presidente señaló que pide a diario a la fiscal general, Diana Salazar, acelerar el trabajo para restablecer la normal situación en Ecuador.
En el país, la población, dijo Noboa, quiere retomar su día a día sin pensar en que se está librando una guerra en las calles.
Finalmente, se pronunció sobre los controles llevados a cabo en centros penitenciarios, donde las autoridades comprobaron “cómo la falta de control en años pasados en las cárceles ha generado muerte, zozobra, un sentimiento total de intranquilidad de la población”. Aunque recalcó que, gracias a su gestión, “eso está cambiando”.
De acuerdo con Noboa, hasta la fecha se han llevado a cabo más de 2.000 intervenciones en las cárceles del país.
Además, se han incautado miles de armas y municiones, algunas de ellas incluso de mayor calidad que las que poseen las Fuerzas Armadas.
Ecuador impulsó una ley que permite hacer uso de este armamento por parte del Ejército y la Policía.