Isabel Moreira dice que terminó estresada luego de semana y media de acompañar a sus hijos en las clases virtuales.
Ella había “alzado las manos al cielo” cuando el Ministerio de Educación comunicó el viernes el retorno a la presencialidad.
Pero su alegría duró poco ya que este sábado recibió una notificación de la unidad educativa en la que estudian sus hijos en la que le informaron que se mantenían las clases virtuales hasta nuevo aviso.
La madre de familia se enfermó y atribuye esto al estrés que le genera esta modalidad de estudio.
Además, indicó que no pudo acudir a atender su local que tiene en el Nuevo Tarqui por estar con su hijo de siete años.
“Si lo llevo al local, él no puede atender a clases y yo no puedo atender el local por estar pendiente de él. Tuve pérdidas en mi negocio”, sostuvo.
La jornada es reducida, pero hay presión por parte de las instituciones porque ponen un horario límite para la entrega de tareas, expresó.
El Ministerio de Educación suspendió las clases presenciales antes los hechos violentos registrados el pasado 9 de enero del 2024 en el país.
Esto con el fin de precautelar la integridad de los estudiantes y profesores.
En el comunicado también indicó que los docentes y personal administrativo de estas instituciones continuarán en modalidad de teletrabajo.
Inicialmente era hasta el 12 de enero, pero luego esta disposición se extendió al 17 y posteriormente al 19 de enero.
En este marco, el Ministerio envió el viernes un comunicado en el que informó que tras “un riguroso análisis”, varias instituciones educativas retornarán a las clases presenciales de forma progresiva y focalizada a partir del lunes 22.
Otras en cambio mantendrán la virtualidad y para ello se han considerado técnicamente los siguientes criterios que ha enumerado:
- Ubicadas en zonas de riesgo establecidas por el Ministerio del Interior: espacios con altos indices delictivos e instituciones educativas cercanas a un rango de hasta dos kilómetros de Centros de Privación de Libertad y Centros de Adolescentes Infractores.
- Localizadas en territorios con alta recurrencia de eventos delictivos o peligrosos.
- Instituciones educativas de todos los sostenimientos en las provincias de Guayas, Esmeraldas y Los Ríos; en el cantón Pedernales y el Distrito Metropolitano de Quito.
- Seis instituciones educativas fiscomisionales de las Fuerzas Armadas que se encuentran actualmente ocupadas por personal militar y de seguridad.
Pero pese a ello, en Manta los padres de familia de al menos cuatro instituciones han sido notificados de que las clases virtuales seguirán.
El colegio Americano, Juan Montalvo, la Unidad Educativa Salesiana San José y la Unidad Educativa Umiña ya avisaron que seguirán con la no presencialidad.
Estrés por virtualidad
En 2020, cuando el mundo enfrentó la pandemia por la covid-19, los estudiantes se acogieron a la modalidad virtual.
A partir de entonces se han realizado varios estudios que certifican que existe estrés académico por las clases virtuales que afecta tanto a estudiantes, padres de familia y docentes.
Los más afectados han sido los más pequeños ya que varios factores influyeron para que, incluso, el aprendizaje sea lento e ineficiente.
El estudio realizado por Challenge Success encontró que los efectos de la pandemia resultaron mayores para los niños con clases en línea.
El 84% de los estudiantes presentaron agotamiento, insomnio y otros síntomas relacionados con el estrés.
Mantenerse en línea puede ser un desafío, especialmente cuando los niños se sienten desconectados.
Es ahí cuando intervienen los padres quienes también sienten los “efectos” de las clases virtuales.
Marianela Intriago está a la espera de que la escuela de su hija le notifique si sigue o no en clases virtuales, pero está cruzando los dedos para que ya se retomen las clases presenciales.
“Mi hija se estresa y me estresa a mí”, ya quiero que retome las clases en las aulas, dijo.