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"Me mataron a mi marido, me lo mataron”, decía entre lágrimas Flora Vázquez mientras era consolada por sus familiares en los exteriores de la morgue de Quevedo, en el sitio tenía a su esposo, Luis Daniel Sabando de 44 años.

El “Gato”, como le decían a Sabando, murió atropellado por el conductor de una camioneta. La fatalidad ocurrió a las 05h30 de ayer, en la carretera hacia la parroquia rural San Carlos, recinto Selva Alegre.
“Yo vi todo el accidente, el conductor de la camioneta era un joven, circulaba a velocidad y se metió a la cuneta por donde caminaba mi marido, yo alcancé a gritarle ‘cuidado mijo’ y en segundo lo vi cómo voló por el aire al ser atropellado, fue horrible”, recordó entre llanto la viuda.
Al ver a su esposo caído e inconsciente a un costado de la carretera, Flora trató de reanimarlo, pero sus esfuerzos fueron en vano, su esposo ya había fallecido. “La ambulancia demoró más de dos horas en llegar, cuando llegó ya mi esposo había fallecido, si le hubieran dado los primeros auxilios de inmediato tal vez ahora estuviera vivo”, contaba.
> De la tienda. Minutos antes de la tragedia el “Gato” había ido a una tienda cercana de su vivienda en busca de harina y queso, sin embargo, regresaba sin esos productos porque no los había encontrado.  
“Se levantó temprano, eran como las 05h30, me dijo ‘Negra’ tengo ganas de comerme una tortillita de harina con queso”, indicó consternada Flora Vázquez. El conductor de la camioneta que atropelló a Daniel Sabando, según Vázquez, abandonó el lugar a bordo de una motocicleta. “Yo vi cuando se bajó y dijo ‘qué susto’, lo ayudaron a escapar en una moto”, contó la mujer del fallecido precisando que dentro de la cabina del vehículo encontraron botellas de puro (licor).
Héctor Sabando, hijo de la víctima también exige justicia, espera que la Policía logre dar con el paradero del chofer de la camioneta que está retenida.
El occiso era padre de cinco hijos, cuatro de un compromiso anterior y una última hija de tres años con Flora Vázquez con quien el sábado habían cumplido cinco años de matrimonio.
Luego de la autopsia el cuerpo de Sabando fue llevado a la parroquia La Esperanza donde se realiza el velorio, mientras que el sepelio se tenía previsto efectuarlo en el cantón Valencia.