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Recolectar 500 peluches usados, pero en buen estado, es la meta de la Fundación Vivian Luzuriaga Vásquez (Funviluz).

La actividad es parte de la campaña “El buen trato empieza por casa”, que busca mejorar el estado emocional de los niños y adolescentes durante la pandemia.
Fausto Luzuriaga, técnico de proyectos, señala que el coronavirus ha agudizado la problemática de maltrato infantil.
Lo que se quiere es que los peluches se conviertan en “amigos” de los pequeños y ayuden a aflorar sus emociones.
“Se ha evidenciado que hay menores que han sufrido maltrato por la pandemia, no solo con insultos o violencia sino también por no tener alimentos”, señala.
Esta realidad ha sido observada por el equipo de Funviluz que trabaja en los proyectos de erradicación de la mendicidad, trabajo infantil y más.
Luzuriaga sostiene que la meta es que los peluches se conviertan en método de terapia para conocer y sanar el estado emocional de los más pequeños.
> Entrega. Carmen Torres, psicóloga de Funviluz, indica que estos juguetes serán “un símbolo de empatía porque se relacionan con el apego”.
Los peluches serán entregados a domicilio a los pequeños que son parte de los proyectos de la fundación en barrios de la cooperativa Juan Eulogio Paz y Miño, Plan de Vivienda Municipal, Laura Flores 1, Ernesto Che Guevara, Carlos Ruiz Burneo, en la parroquia Luz de América, entre otros.
La profesional indica que el no asistir a clases presenciales es una de las causas para que los niños y adolescentes no pidan ayuda o denuncien actos violentos dentro de su entorno familiar, pues no puede acercarse en forma física a profesores o alguna autoridad que los auxilie.
Las víctimas sufren desde gritos, insultos y amenazas, hasta humillaciones, golpes y abuso sexual, incluyendo discriminación y venganza, indicó la entidad.
Además, los maltratos generan secuelas físicas, psicológicas, sociales en los hogares.
La recolección de peluches culmina en marzo.