El expresidente Rafael Correa aseguró este viernes que, si su partido vuelve al poder, revocará el proyecto fotovoltaico El Aromo.
Esta es la mayor planta solar del país, de cuya construcción y operación por 20 años se hará cargo la empresa española Solarpack.
Tras firmarse este viernes el contrato de concesión entre la compañía vasca y el actual Gobierno de Guillermo Lasso, Correa afirmó en redes sociales que la ubicación de la planta solar choca con el proyecto impulsado bajo su mandato presidencial.
“Este proyecto es una trampa para boicotear Refinería del Pacífico, por parte de un Gobierno repleto de corrupción y con la peor evaluación de la historia. Cuando recuperemos la Patria, todo esto será revocado. Advertidos”, dijo Correa en su mensaje dirigido a los “señores ‘inversionistas'”.
El exmandatario también solicitó a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, que fiscalice “urgentemente” el contrato suscrito este viernes 3 de marzo del 2023.
Correa ya había manifestado su oposición al proyecto
El año pasado, Correa ya había manifestado su oposición al proyecto. No solo por la ubicación sino por considerar un riesgo que el Estado pueda comprar energía sobrevalorada. Consideró que ya le ocurrió a Honduras, y aconsejó que en todo caso esta se vendiera esa energía a grandes consumidores privados.
Con una inversión de unos 150 millones de dólares, la planta solar de El Arom está prevista que se inaugure en 2025. Con una potencia de generación eléctrica de hasta 200 megavatios (MW), será capaz de abastecer al 60 % de la población de Manta, Manabí.
En esa zona se había proyectado durante el mandato de Correa la construcción de la Refinería del Pacífico. Se trata de una gran planta de procesamiento que buscaba dotar a Ecuador de la capacidad de producir todos los derivados del crudo, reducir importaciones de combustibles, exportar el excedente y fomentar el desarrollo de la industria petroquímica.
El plan inicial para su funcionamiento estimaba que con una inversión de 15 mil millones dólares se podrían procesar 300 mil barriles de crudo.
El pasado octubre, una delegación de ingenieros, académicos y representantes de sectores productivos de Manabí realizó una visita a la zona, para garantizarles que la planta solar no interferirá con el proyecto de la Refinería del Pacífico.
De acuerdo con un comunicado del Ministerio de Energía y Minas, los delegados evidenciaron que los paneles fotovoltaicos se instalarán en un área de 300 hectáreas, que corresponden a la zona de escombrera del proyecto petroquímico para refinación de petróleo. EFE