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A pesar de que han pasado ya cinco días del atentado que cobró la vida de cuatro niños y su madre, la tristeza aún embarga a la familia Pinto Arias.

Y es que a pocos días de Navidad, su abuela Olga recuerda lo que una de las niñas le pidió de regalo.

“Regálanos una tablet, cómpramela tú porque mi papi está sin trabajo”, dijo la mujer.

Ella le había prometido que con el décimo del abuelo se la compraría, detalla Ecuavisa.

“Hasta cuando me fui a la Iglesia y me dijo: ‘chao abuela'”, repasa.

Hace una pausa y añade, “es duro”. 

A Olga se le quiebra la voz. La herida que ha dejado la tragedia está viva y con secuelas en toda la familia. Hoy, su nieta de año y medio que sobrevivió al atentado “no quiere dormir del susto”.

“Nunca volverá a ser la navidad como antes, nosotros les comprábamos sus juguetes, bajo la pobreza de nosotros, ellos tenían sus juguetes”, mencionó la mujer.

Los niños fueron sepultados el pasado jueves. Su madre también falleció

La mujer permaneció internada desde el día del ataque, pero no resistió las heridas de bala.

Ella estaba embarazada.

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