El 11 de septiembre, la Iglesia católica celebra a San Pafnucio de Egipto, venerado por su martirio bajo Galerio y su papel en el Concilio de Nicea.
Orígenes y vocación
San Pafnucio nació en el siglo IV en la Tebaida, región sur de Egipto, en una familia cristiana. Discípulo de San Antonio Abad, fundador del monacato, ingresó al monasterio de Pispir, donde vivió como monje asceta, dedicándose a la oración y la penitencia.
Fue elegido obispo de una ciudad en la Tebaida, posiblemente Sebenito, según el historiador Sozomeno. Su vida monástica enfatizó la humildad y el servicio a la comunidad cristiana.
Durante la persecución del emperador Galerio Maximiano (305-311), Pafnucio fue arrestado por su fe. Sufrió mutilaciones: le arrancaron el ojo derecho y desjarretaron la pantorrilla izquierda, según el Martirologio Romano. Condenado a trabajos forzados en las minas, continuó su testimonio cristiano.
Martirio y liberación de San Pafnucio
En las minas, Pafnucio enfrentó condiciones inhumanas, pero perseveró en su fe, convirtiendo a otros prisioneros. Tras la Orden de Tolerancia de Galerio en 311, fue liberado. Su resistencia lo convirtió en confesor de la fe, un título para quienes sufrieron persecución sin morir.
En 325, participó en el Concilio de Nicea, convocado por el emperador Constantino, donde defendió la divinidad de Cristo contra el arrianismo.
Pafnucio abogó por la misericordia y se opuso a la imposición de la continencia a los clérigos casados, ya que argumentó que no debían separarse de sus esposas. Su intervención influyó en la disciplina eclesiástica.
Filosofía y espiritualidad
La espiritualidad de Pafnucio se centró en la perseverancia en la fe y la misericordia. Como monje, siguió el modelo de San Antonio, por lo que priorizó la oración y la humildad.
En Nicea, promovió la unidad de la Iglesia y la compasión, rechazando rigores excesivos. Su vida reflejó la tradición egipcia de ascetismo equilibrado, según Catholic Encyclopedia.
Canonización y reconocimiento
San Pafnucio fue canonizado por aclamación popular en la Iglesia primitiva, común para confesores y obispos. Su santidad se basa en su martirio parcial y defensa de la ortodoxia.
Es venerado como confesor de la fe y modelo de obispo pastoral. No se le atribuyen patronazgos específicos, pero su ejemplo inspira a los perseguidos.
Celebración del 11 de septiembre
La festividad de San Pafnucio se celebra el 11 de septiembre, fecha de su martirio o muerte, según el Martirologio Romano.
En Egipto, las comunidades coptas y católicas lo conmemoran con misas, destacando su rol en Nicea. En Occidente, se incluye en el santoral general, honrando su testimonio.
Legado en la Iglesia de San Pafnucio
El legado de Pafnucio incluye su influencia en el Concilio de Nicea, que definió el Credo y condenó el arrianismo. Su defensa de la misericordia eclesiástica afectó la disciplina clerical.
Como discípulo de San Antonio, contribuyó al monacato egipcio. Su historia, narrada por Eusebio y Sozomeno, inspira la resistencia cristiana, según Vatican News.