El dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Un, reclamó medidas para contener la caída de la natalidad en el país.
Lo hizo en una Conferencia de Madres en la que ha emplazado a las mujeres a sumarse a las “tareas sociales” que tiene por delante el hermético país asiático.
Kim aplaudió la “abnegada devoción” con que las madres norcoreanas han alimentado “no sólo a sus propias familias, sino también el futuro de la patria”.
Y dijo que gracias a su labor se ha podido crear una “gran familia socialista”, como consta en un discurso difundido por la agencia oficial KCNA.
Ahora, confía en que se sumen también a todo tipo de retos que van desde “criar hijos para que puedan seguir con la revolución” a “eliminar las prácticas no socialistas”.
Todo ello en una mezcla de cuestiones morales y políticas en la que ha llamado además a “frenar la caída de la tasa de natalidad”, sin plantear medidas concretas para llevarlo a cabo.
El líder norcoreano pareció secarse las lágrimas mientras instaba a las mujeres a detener la caída en la tasa de natalidad del país.
La vida familiar de Kim Jong Un siempre ha sido un misterio y, aunque únicamente ha mostrado con naturalidad en público a su hija Kim Ju Ae, los servicios de Inteligencia surcoreanos sospechan que tiene en realidad tres hijos.
Los datos más recientes del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) sitúan en 1,8 la tasa de niños por mujer en Corea del Norte.
Allí, la población menor de 20 años representa el 19 por ciento del total.