Compártelo con tus amigos:

La prohibición de que dos personas se movilicen en motocicleta en el territorio ecuatoriano, con la que, según las autoridades, se busca disminuir las cifras de delitos, especialmente de muertes violentas, no ha sido efectiva; por lo contrario, ha perjudicado a personas que usaban estos vehículos con fines familiares o de trabajo.

El índice de asesinatos no ha disminuido. Los crímenes se siguen perpetrando, incluso desde motos, pues las fallas no están en el tipo de vehículos que utilizan los sicarios, sino en la ausencia de controles, la permisividad de las leyes y los problemas en la administración de justicia.

Lo que hicieron las autoridades fue atacar un aspecto meramente formal, cuando el problema merece un tratamiento estructural.

“Si la disposición no funciona, no hay razón para que siga vigente“.

Esta disposición debe ser revisada, incluso en el caso de los municipios, como los de Portoviejo y Manta, que emitieron ordenanzas en este sentido con el pretexto de disminuir el índice de criminalidad, lo cual no ha ocurrido, pues ambos cantones figuran entre los que más asesinatos registran. Y, si no funciona, no hay razón para que siga vigente.

Más bien, lo que debe analizarse es la criminalidad con una visión integral y profunda, para establecer políticas adecuadas.

Editorial de El Diario publicado este viernes 2 de septiembre del 2022 en nuestra edición impresa.