La prevención de los efectos de eventos climáticos como El Niño en Ecuador debe hacerse a largo plazo, no sólo para lo inmediato.
Tras el anuncio de la presencia de El Niño este año en Ecuador, tanto desde el Gobierno central como de los gobiernos locales iniciaron trabajos preventivos para enfrentar sus consecuencias.
No obstante, la verdadera prevención debe fijarse para un período mayor, de cinco o diez años, para cuando se presente algún fenómeno similar.
Más bien, lo que se está haciendo ahora son trabajos reactivos porque se está respondiendo a un problema inmediato.
“Lo que se está haciendo ahora son trabajos reactivos”.
La remediación de problemas como la deforestación de las colinas, el mal manejo ambiental, la construcción de puentes que no cumplen las condiciones para el paso de los caudales, entre otros, son soluciones que no demandan únicamente de unos meses de trabajo.
Se requiere una acción permanente que incluya normas, protocolos y procedimientos expresos, además de un trabajo de conciencia con la población.
La prevención debe ser parte de las políticas gubernamentales a todo nivel.
Si eventos como El Niño y La Niña, de lluvias y sequías, respectivamente, ocurren con frecuencia, tiene que existir un plan que sirva para prevenir sus efectos con el tiempo suficiente y de manera organizada.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 23 de agosto del 2023 en nuestra edición impresa.