El proceso de calificación de discapacidades en Ecuador debería ser más eficiente, rápido y técnico, para evitar injusticias y delitos como el tráfico de influencias.
En los últimos años, el proceso de entrega de carnés de discapacidad ha estado bajo la lupa de los organismos de control, después de haberse detectado que había personas que tenían sobrevalorados los niveles de discapacidad y otras que, sin tener una dolencia, habían adquirido este beneficio.
Tras descubrir las fallas, se suspendió la calificación y entrega de carnés, lo cual terminó por afectar a las personas que necesitaban este documento.
Es injusto que alguien que presente una condición severa de discapacidad tenga que esperar varios meses, en el mejor de los casos, por la cantidad de trámites retrasados y lo engorroso del proceso.
“Un procedimiento técnico y humano debería ayudar a reducir los plazos”.
Un procedimiento técnico y humano eficiente debería ayudar a que los plazos se acorten y quienes en verdad necesitan este beneficio lo obtengan sin mayor problema.
Las instituciones públicas deberían servir a la ciudadanía, como en estos casos, pero se han puesto tantas trabas que muchas personas desisten.
Para quienes tienen discapacidad, la calificación y obtención del documento no es un lujo ni una distinción, sino un derecho.
Editorial de El Diario publicado este lunes 10 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.