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El sistema de salud público es deficiente en Manabí. Esto debe cambiar con urgencia. El prefecto, los alcaldes, los asambleístas, los gremios y la sociedad civil deben unirse para exigir que su red de hospitales sea terminada, equipada y funcione como corresponde.

El gobernador, representante del presidente en la provincia, debe unirse y expresar con claridad que este es un asunto que se debe atender con prioridad.

Las casas de salud que ya están construidas, muchas de ellas con sobreprecio, deben funcionar en un 100 por ciento, como lo vienen pidiendo diferentes voces manabitas desde hace varios años.

“El vicepresidente, como médico, debe impulsar la solución a los problemas de salud en Manabí”.

Es inaceptable que los recursos que se necesitan en medio de una crisis sanitaria y económica sigan subutilizados, como ocurre con el Hospital de Especialidades de Manabí, con sede en Portoviejo.

La presencia de equipos embodegados, quirófanos sin usar, falta de personal y el desabastecimiento de medicinas e insumos para los profesionales que trabajan allí debe terminar.

Este y los demás hospitales deben tener la totalidad de sus camas al servicio de la gente.
El señor vicepresidente, médico de profesión, conoce y entiende el tema. Ya lo constató en su reciente recorrido por Manabí. Ahora debe resolver con humanidad, eficiencia y la fuerza que le otorga su cargo.

Editorial de El Diario publicado este domingo 20 de junio del 2021 en nuestra edición impresa.