Lo que debe primar en los debates de los próximos procesos electorales son las propuestas y no simplemente la confrontación o las formalidades.
El debate presidencial del pasado fin de semana, por el formato y la estructura, no permitió que los candidatos profundizaran en sus propuestas.
El corto tiempo de las intervenciones conspira contra la necesidad de los electores de conocer qué proponen los candidatos y cómo piensan hacerlo.
Ocurrió lo mismo en los debates anteriores, tanto de la elección presidencial pasada como de la de los gobiernos seccionales, pese a que esta vez se hicieron cambios.
Además, si bien la ley señala los casos en los que los debates son obligatorios, el Consejo Nacional Electoral debería establecer alianzas con entidades locales para realizarlos en otras jurisdicciones.
“Los debates deberían realizarse en todas las candidaturas”
Lo importante es que la ciudadanía pueda conocer las propuestas de los candidatos, en la forma más amplia posible, para tener elementos de decisión del voto.
Pero, se insiste, hay que cambiar los procedimientos y el formato.
De lo contrario, este tipo de programas puede frivolizarse y perder el objetivo de informar a los electores sobre los planes de quienes aspiran a representarlo.
Editorial de El Diario publicado el jueves17 de agosto del 2023 en nuestra edición impresa.