En las condiciones actuales, es necesario que el Gobierno establezca un tope al precio de los combustibles, por la elevación rápida de los hidrocarburos y la situación económica que atraviesa el país.
Si bien la liberación de los precios de los combustibles es una medida correcta, así como también debe ser la focalización del subsidio para quienes lo necesiten, debe aplicarse un programa gradual para que la liberación se dé en un plazo no menor de cinco años. No es necesario que un producto que ha sido subsidiado durante tantos años deje de estarlo en tan poco tiempo.
La fórmula actual, dispuesta en el gobierno de Lenín Moreno, no preveía que se disparara el precio del petróleo, lo cual ha llevado a incrementos constantes de los derivados del petróleo.
“Esta escalada de los precios de los hidrocarburos ya atenta contra la economía familiar”.
Esta escalada de los precios de los hidrocarburos ya atenta contra la economía familiar y contra la microeconomía, y por ello se hace urgente que el Ejecutivo revise las políticas. En esta época de crisis, se requiere que las medidas sean rápidas para evitar el deterioro de la economía de los ciudadanos.
De tal forma, el Gobierno debería fijar un valor tope para las gasolinas y el diésel, que esté vigente durante unos años, mientras se establecen los mecanismos y los sectores para la focalización. Después de esto, se podrá continuar con el programa gradual de liberación.
Editorial de El Diario publicado este jueves 21 de octubre del 2021 en nuestra edición impresa.