Es correcto que el Presidente Guillermo Lasso haya declarado el estado de excepción en Manabí, Los Ríos y el cantón Durán.
El estado de excepción puede ser de gran utilidad para combatir al crimen organizado si el Gobierno tiene un plan de acción.
Si tiene informes de inteligencia policial y militar, disponibilidad de uniformados, armamento, tecnología y otras herramientas.
Pero además, si despliega con esa información de inteligencia: allanamientos, detenciones de sicarios y criminales, decomiso de armas, control total de cárceles, etc.
Si el Gobierno no cuenta con esas herramientas, si no tiene información de inteligencia, si no da golpes certeros y si se continúa dando órdenes para delinquir desde las cárceles, la declaratoria de excepción no sirve, o como se dice vulgarmente, es un saludo a la bandera.
“Se solicita al gobierno medidas complementarias en Manabí”.
Se convertirá como los que se decretaron antes en una acción que no mejorará la situación de indefensión en la que vive el ecuatoriano hoy.
Además se solicita anular el toque de queda porque la historia demuestra que no resuelve los problemas de fondo y por lo contrario, afecta negativamente la economía de los territorios en donde se aplica.
Es de entenderse que la inteligencia cuenta hoy con la información necesaria para dar golpes al crimen sin necesidad de confinar a los ciudadanos.
En Manta, tras el crimen del alcalde Agustín Intriago, y la declaratoria del gobierno los hechos violentos no han parado.
Editorial de El Diario publicado el miércoles 26 de julio del 2023 en nuestra edición impresa.
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