Desde el Estado deberían establecerse políticas claras y decisorias para contener la salida de talentos o fuga de cerebros propiciada en la actualidad.
La fuga de cerebros es propiciada por problemas como la inseguridad, la falta de una educación de calidad y las escasas oportunidades laborales.
El país, que invierte recursos en la educación de sus ciudadanos, pierde cuando los profesionales deciden buscar en el exterior las oportunidades de desarrollo que no tienen en Ecuador.
Pierde, también, porque la falta de expertos en sectores clave puede afectar áreas como la innovación y el desarrollo en aspectos como el económico, el tecnológico y el social.
“En los últimos años, más gente preparada abandona el país debido a los problemas sociales”.
La denominada fuga de cerebros es un desafío para los gobiernos.
Si bien no es un problema exclusivo de Ecuador, en los últimos años ha aumentado por la incontenible ola migratoria motivada por los problemas sociales.
Con una adecuada inversión en educación, el incentivo para el aumento de oportunidades laborales y el reconocimiento de los talentos propios, se puede evitar la salida de tantas personas, cuya presencia puede contribuir a un mejor futuro.
Desde luego, hay que crear las condiciones para ello.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 6 de septiembre del 2023 en nuestra edición impresa.