Es urgente que se defina una política de Estado dirigida a pacificar el país y a combatir la crisis de inseguridad que afecta a todos con medidas severas y prácticas.
Llenar las calles de uniformados puede ayudar, pero los resultados no reflejan la efectividad que se pregona. Se requiere una política de Estado.
Se entiende como política de Estado a una posición estratégica que dure más allá de un gobierno.
Para implementarla se requiere que los diversos actores del acontecer público la compartan y respeten como propia.
Si la sociedad sigue dividida tras distintas visiones sobre cómo combatir al crimen organizado, este tendrá ventaja ya que sí está unido tras sus objetivos de corrupción, narcotráfico y terrorismo.
La escalada de actos criminales ha llevado a que se califique al país como narcoestado o Estado fallido. Si no hay una reacción contundente, seguirá así por años y cada vez será más difícil una reversión.
“al país se lo ha calificado como narcoestado o estado fallido”.
El asesinato del aspirante presidencial Fernando Villavicencio ha causado conmoción internacional.
No es para menos, pues se trata de un candidato que denunció, sobre todo, la injerencia de grupos irregulares en acciones públicas.
Cómo puede entenderse que figuras públicas con alto nivel de riesgo sean asesinadas a la vista de todos, incluso de los policías encargados de su seguridad; que grupos delictivos mejor equipados que la fuerza pública difundan mensajes de terror sin que nadie haga nada; o que, pese a la vigencia de estados de excepción y medidas similares, se sigan cometiendo delitos graves contra la vida y los bienes de los ciudadanos.
Editorial de El Diario publicado el viernes 11 de agosto del 2023 en nuestra edición impresa.