Las deudas del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con los prestadores externos terminan por afectar a los afiliados y jubilados, que son quienes aportan para su sostenimiento.
Con frecuencia, los usuarios de la seguridad social se quejan de la falta de atención a la que, por su condición de aportantes, tienen derecho.
Los prestadores externos contratados por la seguridad social suplen, en parte, las deficiencias de un sistema colapsado.
Si el IESS no paga a tiempo a estos prestadores, termina afectando a sus usuarios aportantes.
“Los problemas económicos del IESS tienen, más que nada, vinculación política”.
Además, la falta de atención oportuna puede llevar al agravamiento de enfermedades cuyo tratamiento resulta más costoso.
Los problemas económicos del IESS tienen, más que nada, vinculación política.
Históricamente, esta entidad ha suplido la falta de recursos del Gobierno central y, a cambio, recibe bonos y promesas de pago que se concretan en parte.
Además, es un espacio para cumplir compromisos electorales o personales.
¿Cómo se puede solucionar? El aumento de la edad para jubilarse y del porcentaje de aportación pueden ser las formas más fáciles, pero no las mejores.
Hace falta una reforma profunda, que le quite al IESS su condición de ente político, que redefina cargos y establezca normas.
Pero también hay que eliminar el monopolio para que los afiliados escojan los planes que mejor les convienen.
Editorial de El Diario publicado el jueves 28 de marzo del 2024 en nuestra edición impresa.