El artista urbano J.Warx ha plasmado en las calles de Valencia, España, la canción de Shakira, que dedicó a su expareja Gerard Piqué.
Y lo ha hecho con el lema “Tengo un piquete cabrón” y el dibujo de un reloj de pulsera casio negro.
“Lo he pintado para pasármelo bien, para mantener un diálogo con la gente, como si fuera un chiste o un meme”, bromea J.Warx en declaraciones a EFE TV.
Este artista callejero valenciano es conocido por pintar murales relacionados con temas de actualidad que se convierten en virales.
Señaló que lo que ha querido hacer con este grafiti es una interpretación “graciosa” de la canción de Shakira y del productor argentino Bizarrap.
En la canción de Shakira lanza frases dirigidas a su expareja, el exfutbolista del FC Barcelona Gerard Piqué.
Le dice “tanto que te las dabas de campeón y cuando te necesitaba diste tu peor versión” o “entendí que no es culpa mía que te critiquen, yo sólo hago música, perdón que te sal-pique”.
También le dice “esto es pa’ que te mortifique, mastica y traga, tragues y mastiques”, “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.
De la frase “cambiaste un Ferrari por un Twingo, cambiaste un Rolex por un Casio” ha sacado J.Warx la idea del enorme reloj casio de color negro, en el que se lee, en los dígitos horarios, la palabra “bebé”.
El efecto de la canción de Shakira
El artista callejero cree que la canción ha tenido el efecto que la cantante colombiana quería.
Pero el artista reflexiona: “No nos olvidemos que llorar es igual de importante que facturar. Hay que hacer las dos cosas”.
La canción de Shakira y Bizarrap consiguió en poco más de 42 horas algo más de 72 millones de reproducciones en YouTube y se convirtió en la canción más escuchada de Spotify.
Esta canción no es el primer mensaje que Shakira lanza a Piqué después de su ruptura.
El año pasado presentó dos sencillos -“Te felicito”, con el artista puertorriqueño Rauw Alejandro, y “Monotonía”, con Ozuna.
El pasado diciembre la colombiana y el exfutbolista firmaron en un juzgado de Barcelona el acuerdo que permite a la artista establecerse con los hijos de ambos, Milan y Sasha, de 9 y 7 años, en Miami.