En julio de 2020 la muerte Lola James conmocionó al Reino Unido pues según se conoció, en aquel entonces, que la pequeña sufrió un ataque de su perro.
Sin embargo, tres años después, el caso se torna diferente por una espeluznante revelación.
La niña, de solo 2 años, murió en un ataque extremadamente violento perpetrado por la pareja de su madre y ante la complicidad de ella.
Según se apuntó en el primer día del juicio oral, Lola recibió más de 100 golpes en su pequeño cuerpo que le causaron la muerte.
Lola James tuvo una lesión cerebral catastrófica después de ser atacada por Kyle Bevan, de 31 años, en su casa de Pembrokeshire, en Gales.
El brutal crimen se produjo apenas cuatro meses después de que Kyle se mudara a vivir con Sinead James y la niña.
Él está acusado de ser el autor de los golpes asesinos.
Ella, de no haber hecho nada para defender a su bebé y, además, de desviar la investigación para proteger a su pareja.
Cuando la pareja llamó al servicio de emergencias, hicieron responsable a su perro por los golpes mortales.
Sin embargo, lo que llamó la atención de las autoridades de Reino Unido es que esperaron una hora para avisar lo que había sucedido en esa casa.
El Tribunal de la Corona de Swansea escuchó que la madre de la pequeña sabía que su novio tenía “un carácter desagradable y violento”, pero optó por “dar prioridad a su relación con él por encima de la seguridad física de su propia hija”.