Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, ha conseguido evadir su captura durante más de una década, pero este sábado finalmente ha caído el líder del Clan del Golfo, el narcotraficante más buscado de Colombia, responsable del envío de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, que había puesto precio de cinco millones de dólares por su captura.
Su captura en el estratégico Urabá, la puerta de entrada de Sudamérica a Centroamérica, “es solo comparable a la caída de Pablo Escobar en los años noventa”, en palabras del presidente colombiano, Iván Duque. Es “el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo”, ha añadido el mandatario.
Con su apresamiento se pone fin a la vida de enormes lujos de ‘Otoniel’, que comenzó paradójicamente en las filas de la desaparecida guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL), que abandonó tras la desmovilización del grupo, en 1991, para incorporarse a los paramilitares de extrema derecha de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Allí, junto con su hermano Juan de Dios Úsuga –alias ‘Giovanny’, muerto en 2012 en un operativo policial–, fue líder del Bloque Centauros, que operaba en los Llanos Orientales de Colombia, en el este del país. Volvió a acogerse a un proceso de desmovilización impulsada por el presidente Álvaro Uribe (2003-2006).
Tras esta nueva entrega, ‘Otoniel’ se unió en 2006 en las nacientes Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) fundadas por el narcotraficante Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, también integrante de las AUC.
Con la detención de ‘Don Mario’ en 2009, los hermanos Úsuga se hicieron con el control de una de las bandas narcotraficantes más grandes del país, también conocidas como Los Urabeños, Clan Úsuga (por el apellido de ‘Otoniel’ y su hermano) o el nombre más generalizado de Clan del Golfo, referente al golfo de Urabá.
El último ascenso de ‘Otoniel’ fue en 2012, con la muerte de su hermano, fallecido en un operativo policial, cuando acabó como líder indiscutible de la organización criminal.
El grupo trataba de darse una falsa apariencia de organización política: difundían panfletos y promovían pintadas en los que firmaban como AGC, pero se dedicaba fundamentalmente al narcotráfico. Además, también obtenía dinero de la minería ilegal y de las redes de tráfico de personas.
PRESENCIA EN TODO EL PAÍS
Las autoridades calculan que contaba con hasta 3.500 hombres en todo el país, una vez consolidado como el único grupo de la época paramilitar que conservó su influencia y poder armado.
Una de las claves de la larga etapa de prófugo de ‘Otoniel’ ha sido que no dormía más de unas pocas noches en el mimo sitio y habitualmente era en la selva. No utilizaba teléfonos móviles y solo se comunicaba mediante una red de correos humanos.
Todo para evitar la denominada operación Agamenón, puesta en marcha hace más de cinco años para intentar apresar a ‘Otoniel’ y sus lugartenientes. Algunos como ‘Gavilán’ o ‘El Indio’ cayeron en 2017 y 2018, pero él seguía evitando la captura.
Los medios colombianos especulan ya con el motivo de su captura y algunos apuntan a que el deterioro de su salud podría haber limitado su capacidad de movimiento. Desde hace meses sufre hipertensión, diabetes y problemas en los riñones.
En Colombia tiene 128 órdenes de captura por los delitos de narcotráfico, extorsión, homicidio, desplazamiento forzado, tráfico de armas, conformación de grupos armados, concierto para delinquir y delitos de lesa humanidad.
FUTURO DEL CLAN
El grueso del Clan del Golfo funciona como franquicias criminales en cada región, sin unidad de mando y solo unidas por los negocios del narcotráfico, lo que hace temer un resurgimiento de la organización pese a la caída de ‘Otoniel’.
En cualquier caso ya ha surgido un nuevo nombre, la mano derecha de ‘Otoniel’: Jobani de Jesús Ávila, alias ‘Chiquito Malo’. Ascendió en el escalafón del Clan del Golfo por la muerte en 2018 del antiguo lugarteniente de ‘Otoniel’, Nelson Darío Hurtado Simanca, alias ‘Marihuano’.
“Es 90 por ciento seguro que ahora el mando del Clan del Golfo lo tiene ‘Chiquito Malo’. Si él tomara la decisión de no asumir el mando, lo asumiría alias ‘Siopa’ quién está dominando todo el Suroeste Antioqueño y lidera el Plan de Expansión Pacifico. La estructura va continuar y va seguir siendo poderosa independiente de la captura de ‘Otoniel'”, ha destacado el analista y director de la ONG Corpades, Fernando Quijano.
Para el director del Instituto de Estudios para la Paz (Indepaz), Camilo González Posso, la captura de ‘Otoniel’ “es un golpe importante, se trata de quien ha sido considerado uno de los cerebros, pero hay toda una línea de mandos medios que se van a reorganizar”. Indepaz estima que el Clan del Golfo tiene 1.770 hombres en armas, presencia en 25 departamentos colombianos y 237 municipios.