El Gobierno de Austria ha presentado este sábado su regulación sobre el suicidio asistido, que prevé permitir a las personas que sufran una enfermedad terminal solicitarlo a partir del año 2022, excluyendo a los menores de edad.
Si una persona que cumpla los requisitos decide optar por el suicido asistido, su caso deberá ser revisado por dos doctores, y se observará un periodo de doce semanas antes de tomar una decisión definitiva, recoge la cadena pública austríaca ORF –aunque este periodo puede verse reducido a dos semanas si al paciente le quedan pocas semanas de vida–.
En caso de ser aprobado, el paciente podrá adquirir un medicamento letal de una farmacia. Debe ser el propio paciente quien se administre a sí mismo el medicamento, ya que la eutanasia activa seguirá estando penalizada en el país.
La regulación sobre el suicidio asistido, que ha sido presentada en conjunto por los ministerios de Justicia, de Salud y de Asuntos Constitucionales, era una necesidad desde que el Tribunal Constitucional austríaco decidió despenalizarlo para finales de este año.
Diversas organizaciones religiosas y conservadoras habían presionado para que las autoridades establecieran garantías legales y evitaran abusos, ya que, sin regulación, cualquier forma de suicidio asistido habría estado permitida a partir del año que viene.
El Gobierno ha enfatizado además que ningún profesional sanitario o farmacia estará obligado a ofrecer el suicidio asistido. Está previsto que la nueva ley, que todavía debe ser aprobada por el Parlamento, entre en vigor el 1 de enero de 2022.