Compártelo con tus amigos:

Mientras las autoridades continúan las indagaciones del caso Gabriela Sevilla, nuevas revelaciones y acusaciones surgen contra la mujer que afirma que sí estuvo embarazada; pese a que las autoridades afirmaron los contrario.

Mientras las autoridades reportaron que la joven nunca estuvo embarazada, ella afirmó lo contrario y en redes sociales, algunos usuarios la acusaron de vender productos para bebé por Facebook Marketplace, según publicó el diario peruano Trome.

La usuaria de Twitter @brendava6699 compartió una publicación afirmando que hace una semana Gabriela Sevilla vendía en Market Place de Facebook los regalos que recibió en su baby shower.

Pese a que algunos que le recriminaron que esta información sería falsa, la usuaria respondió que ‘confirmó y se aseguró que la publicación sea de Gabriela Sevilla.

Pero no solo fue ella, otro usuario, identificado como @Giancitovipz compartió ‘un pantallazo’ de la venta de una silla de comer en la misma que aparece Gabriela Sevilla como vendedora.

La mujer, identificada como Gabriela Olga Sevilla Torello, de 30 años, salió sola de su casa este miércoles 19 de octubre en la noche tras supuestamente comenzar las labores de parto.

Según han explicado sus familiares, Sevilla se encontraba sola en su casa del distrito limeño de Surco, cuando rompió aguas y, tras avisar a su esposo y su madre, entre otros familiares, acudió a tomar un taxi en un punto cercano a su casa.

Inicialmente, pidió un vehículo por una aplicación, pero las compañías dedicadas a este servicio descartaron que llegara a completar la solicitud.

Más tarde, a bordo de un transporte, que se presume era un taxi que tomó en la calle, algo le hizo sospechar del conductor y mandó a sus familiares una foto borrosa en la que se le puede ver mientras este habla por teléfono, pero no se ve su rostro u otros rasgos que permitan reconocerle.

Desde ese momento, sus parientes y seres queridos perdieron el contacto con ella y se quedaron esperando en el hospital al que se dirigía y al que nunca llegó.

Durante el jueves, las autoridades lanzaron una alerta y pidieron colaboración ciudadana.

De inmediato, la foto de Sevilla inundó las redes sociales y circuló a través de los chats de WhatsApp, acompañada de mensajes de alerta y precaución.

El escándalo desató versiones contradictorias por parte de las autoridades del país, que siguen investigando el caso.

Mientras la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, aseguró que se seguía la búsqueda de la presunta recién nacida, quien sospechaba que había sido víctima de una red de trata de personas, el ministro del Interior, Willy Huerta, dijo que el reporte médico determinó que Sevilla no estaba embarazada.

La afirmación de Huerta fue posteriormente confirmada por el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, que concluyó que la joven “no presenta signos clínicos de gestación, parto reciente ni antiguo, aunque sí muestra lesiones traumáticas corporales recientes”.

Incluso el Poder Judicial emitió un pronunciamiento por redes informando de que el fingimiento del embarazo o el parto es un delito que contempla una “pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cinco años”.

Sevilla, por su lado, reafirmó a la prensa local que sí estaba embarazada y que “tiene registros de los latidos” de su hija.