El Gobierno de Reino Unido tiene previsto considerar el robo de mascotas como un delito penal, una medida que ayudará a contrarrestar el “preocupante” aumento de este tipo de hurtos registrado durante la pandemia de COVID-19.
Así, los animales robados no se considerarán ya como una pérdida de la propiedad bajo la nueva legislación, un cambio que busca reconocer el estrés emocional que causa a los dueños perder a una mascota.
De acuerdo con el Ejecutivo británico, el nuevo delito también busca priorizar el bienestar del animal perdido y ayudar a la Policía a seguir este tipo de incidentes y a los delincuentes, recoge Sky News.
Aunque aún no se han publicado las sentencias para el robo de mascotas, los medios británicos avanzan que el delito podría conllevar una pena de prisión de un máximo de cinco años.
El robo de perros y otras mascotas se ha incrementado durante este último año en Reino Unido. En junio, el Parlamento debatió proposiciones para facilitar el hallazgo de mascotas perdidas, después de que más de medio millón de personas firmaran una petición en la que solicitaban que este delito fuese penal.