Las autoridades de Singapur han anunciado que a partir del 8 de diciembre dejarán de cubrir los gastos médicos de la covid-19 a los pacientes que se nieguen a vacunarse, excepto a quienes no puedan hacerlo por motivos médicos o por edad.
“Actualmente, las personas no vacunadas suponen una gran proporción de aquellos que requieren cuidados intensivos y contribuyen de manera desproporcionada a la presión en nuestros recursos sanitarios”, indicó el Ministerio de Sanidad en su página web.
En las últimas tres semanas, los contagios en la ciudad-Estado se han estabilizado en unos 3.000 al día, de los que el 99 % de los casos son leves o no tienen síntomas gracias a una tasa de vacunación del 85 por ciento de la población.
Sin embargo, las autoridades temen que un aumento de los contagios pueda saturar la ocupación de las unidades de cuidados intensivos, que se encuentran ya en el 70 % de su capacidad.
Para aumentar la tasa de vacunación, las autoridades están estudiando la inoculación con la medicación de Pfizer BioNTech de los niños de entre 5 y 11 años.
El mes pasado, las autoridades anunciaron que los trabajadores que no estén vacunados contra la covid-19 o no hayan pasado la enfermedad recientemente deberán presentar a partir del próximo enero una prueba de antígenos negativa en su lugar de trabajo.
A pesar de que el Gobierno ha levantado la mayoría de las restricciones, aún hay limitaciones como en el número de personas permitidas en restaurantes y eventos públicos, al tiempo que aumenta el número de países desde donde se puede viajar a la ciudad-Estado sin necesidad de realizar cuarentena.
Singapur, uno de los países que mejor y antes reaccionó ante la pandemia de la covid-19 con estrictas medidas y el cierre de las fronteras, ha renunciado a la estrategia de cero casos ante la dificultad de eliminar el virus, sobre todo debido a la contagiosa variante delta.
Desde el inicio de la pandemia, las autoridades singapurenses han detectado 221.000 contagios de la covid-19 y 511 muertes, la mayoría ocurridos desde el pasado agosto. EFE