Cientos de productores de aguacate de Latinoamérica concluyeron este viernes un congreso regional en Guatemala con la vista en el aumento al precio internacional del fruto y en la eficiencia del uso del agua en las plantaciones del alimento.
El presidente del comité organizador del VI Congreso Latinoamericano del Aguacate, Andrés Espinoza, uno de los principales productores y promotores del fruto en Guatemala, dijo a Efe que el evento ha sido un “punto de encuentro de productores, comercializadores, investigadores, y técnicos para presentar los resultados de investigación de los últimos años” sobre el aguacate.
Espinoza puntualizó que las conclusiones obtenidas “nos permiten así ser más eficientes en la producción y presentar nuevas técnicas de control de plagas y enfermedades, que además sean técnicas más amigables con el ambiente y que le den más sostenibilidad”.
El congreso comenzó el pasado miércoles en la ciudad de Antigua Guatemala, unos 40 kilómetros al oeste de la capital del país, y culminó este viernes con la visita a seis fincas productoras en la región.
El presidente del comité enfatizó que Guatemala “es un centro de origen de aguacates” y particularmente Antigua, la ciudad sede, “es un representante muy importante para nosotros, pues es un sitio a donde han llegado investigadores del aguacate desde 1916 a estudiar los materiales de raza guatemalteca que hay en el país”.
EL USO DEL AGUA. Cuestionado acerca de los múltiples señalamientos que rondan la producción del aguacate en el uso del agua y en las repercusiones que esto tiene en comunidades aledañas a las fincas en la región, Espinoza consideró que “el crecimiento de la oposición esta semana se da mientras sucede la cumbre ambiental COP26 en Glasgow, Escocia, en busca de una mayor conciencia ambiental”.
La industria de aguacate en el mundo, agregó, es “muy consciente, ya que se utilizan sistemas de riego presurizados y tecnificados, para ser eficientes en el uso del agua, porque es el recurso más limitado que tenemos”.
Indicó que según un estudio publicado recientemente en Portugal “se estableció que en ese país se utilizan de 5.600 a 6.600 metros cúbicos de agua por hectárea al año” en la siembra de la fruta, un extremo que es “comparable” con otros cultivos, como el de las almendras, los cítricos, el persimon o las granadas, apuntó el guatemalteco.
“Esto desmitifica que el aguacate requiera más agua como otros cultivos frutales o de nueces que se consumen en el mundo”, subrayó Espinoza.
Además, sostuvo que hay plantíos que únicamente necesitan el agua de lluvia, como en Michoacán, México, donde “no hacen reservorios de agua de lluvia. SImplemente logran mantener un buen manejo del suelo con cobertura vegetal generada por las mismas hojas de los aguacates”.
Otras visiones de expertos, sin embargo, afirman que el aguacate (o palta, como le llaman en Chile y Argentina) es un fruto muy polémico que, incluso, empieza a tener mala fama en algunos sectores, fundamentalmente porque su cultivo absorbe mucha agua en zonas afectadas por grandes sequías, además de ser supuestamente un alimento sometido a presiones especulativas de precios.
Al Congreso se dieron cita 639 personas, de las cuales 103 lo hicieron de forma remota y virtual desde distintas partes de Latinoamérica para respetar la sana distancia por motivo de la pandemia de la covid-19.
Durante el evento realizaron más de 50 conferencias internacionales de expertos procedentes del país anfitrión, Guatemala, así como de México, Colombia, Perú, Chile y España.
Además, hubo exposiciones y charlas magistrales que abordaron el crecimiento de los precios, el mercado, los sistemas de uso eficiente de agua y sistemas técnicos de riego de primer nivel.
EL CRECIMIENTO DEL AGUACATE. Los productores mexicanos Ramón Paz Vega y Alberto Godínez se pronunciaron durante la realización del congreso y coincidieron en la importancia de reunirse entre colegas en un evento “donde todos aprendemos y nos informamos”.
Paz, que dio una charla de realidad y perspectiva del consumo de aguacate a nivel global, mencionó que “el precio internacional del aguacate está creciendo y así es, pero no es algo que pasa automáticamente”.
Godínez, por su parte, consideró que el precio, en términos reales, sube un 0,5 por ciento al año, “lo que significa en 20 años sube un 22 o 23 por ciento. Esto indica que hay espacio para más producción y más distribución, además de que la demanda crece más que la oferta”.
En 2020, Guatemala cosechó más de 145 mil toneladas de aguacate de exportación, con un estimado de 13 mil hectáreas de cultivo de aguacate de diferentes variedades, con cerca de 6 mil hectáreas de exclusivas de la variedad hass, según cifras oficiales.
La cantidad de empleos relacionados con la producción de esta fruta ronda los 13 mil trabajos directos y 4 mil indirectos en Guatemala, de acuerdo a la misma fuente. EFE