El coronel de la Policía colombiana Benjamín Núñez, implicado en el asesinato de tres jóvenes el pasado 25 de julio en el departamento caribeño de Sucre, llegó a Bogotá en un vuelo comercial tras haberse entregado en México el viernes, informaron este sábado las autoridades.
Migración Colombia detalló en un comunicado que el oficial, que “llegó en vuelo comercial y no venía en calidad de deportado o expulsado desde México”, arribó al país en compañía de dos custodios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.
“Su arribo estaba programado para las 5.00, sin embargo, tras despegar de Ciudad de México, el vuelo tuvo que regresar debido a una emergencia, al parecer por un ave. Tras realizar los procesos de control y verificación correspondientes, el coronel Núñez fue dejado a disposición del CTI para la legalización de su captura”, agregó la información.
El pasado 22 de agosto, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una orden de búsqueda y captura contra el coronel, quien era comandante operativo de la Policía de Sucre cuando fue cometido el crimen.
EL CASO
El pasado 26 de agosto, la Fiscalía informó que los patrulleros Uber Guillermo Mieles Arroyo, Diana Marcela Puerta Rodríguez, Bernardo Pontón Mercado y Leila Carolina Ávila Pestana retuvieron en la carretera que une a Chochó con Sincelejo, la capital departamental de Sucre, a los jóvenes José Carlos Arévalo Contreras, Jesús David Díaz Monterrosa y a Carlos Alberto Ibáñez Mercado.
“Según la investigación las víctimas fueron obligadas a tenderse en el suelo donde habrían sido golpeadas y heridas con armas contundentes y cortopunzantes por los policiales, quienes presumiblemente y sin fundamentos alguno los relacionaron como responsables de la muerte del patrullero Diego Felipe Ruiz Rincón, ocurrido minutos antes”, agregó la información.
La Fiscalía detalló que tras ser contactados por radio llegaron al lugar de los hechos, al parecer, el coronel Núñez, así como la subteniente María Camila Buriticá Valencia y los patrulleros Jesús María Bolaño Castro, Rafael Paz Barboza, Santiago Garavito Díaz, Yamit Alfonso Henao Araque y Álvaro Antonio Álvarez Ricardo.
Las víctimas, según la Fiscalía, “fueron obligadas a subir al platón de uno de los vehículos, en el que se subió el teniente coronel”, quien supuestamente “accionó en varias oportunidades su arma de dotación” contra los jóvenes, de quienes luego los uniformados dijeron que eran miembros de la banda criminal Clan del Golfo.
Justamente Núñez había salido del país por Panamá y luego se dirigió a México aprovechando que cuando dejó Colombia no tenía orden de captura.
En relación con este caso, el pasado 4 de agosto el comandante del Departamento de Policía de Sucre, coronel Carlos Andrés Correa Rodríguez, fue relevado del cargo y otros ocho policías, incluida una mujer, también fueron separados de sus cargos.
Igualmente, una jueza envío el 26 de agosto a prisión a diez de los uniformados supuestamente implicados en este caso.
DENUNCIA DE LA FAMILIA
Los familiares de los tres jóvenes han denunciado que los muchachos no pertenecían a ningún grupo armado y que se trata de un “falso positivo” policial.
En Colombia se conoce como “falsos positivos” la ejecución de civiles cometidas por militares que luego presentaban a las víctimas como guerrilleros muertos en combate para obtener ascensos y permisos por sus resultados en el conflicto armado.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha manifestado que las víctimas de los llamados “falsos positivos” ascienden a 6.402.