Desde hace 73 años, cada 10 de diciembre se conmemora el Día de los Derechos Humanos, una fecha con la que se recuerda que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Este documento es histórico recogía el listado de derechos inalienables de que goza cualquier persona independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
El lema en este 2021 es sencillo y breve, pero muy contundente: “Igualdad” y enlaza directamente con el primer artículo del texto: “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Esta idea de igualdad está además alineada con la Agenda 2030 y con el enfoque de la ONU de no dejar a nadie atrás, a través de varios objetivos:
Basar la economía en los derechos humanos para romper ciclos de pobreza porque supone una discriminación estructural que viola los derechos humanos y supone uno de los mayores desafíos globales.
Servir de base a un nuevo contrato social, con más derechos tanto sociales como culturales. Los derechos humanos, incluyendo además el derecho al desarrollo, a un medioambiente seguro, limpio, saludable y sostenible, son básicos para construir una nueva economía.
Igualdad de oportunidades para los jóvenes. Las sucesivas crisis económicas y de salud están teniendo serias repercusiones en la vida de millones de jóvenes. Por ello necesitan ayuda extra para no convertirse en víctimas de los efectos de la desigualdad.
Igualdad en el acceso a la vacunación. Sin vacunas para todos, sin una justa distribución, la agenda común dejará de ser común, por ello pueblos y Gobiernos deben reconstruir la confianza y asegurar una vida digna para todos.
Justicia climática y derecho a un medio ambiente saludable. Dado el grave problema de la degradación medioambiental, el cambio climático, la contaminación y la pérdida de hábitats naturales, son necesarias medidas urgentes para respetar, proteger y hacer realidad el derecho a un medioambiente sostenible y duradero
Prevenir el conflicto y construir con resiliencia a través de la igualdad y la inclusión. Las sociedades son más resilientes cuanto más protegen y promueven los derechos humanos para todo el mundo. Además están mejor capacitadas para protegerse ante crisis inesperadas como la que vivimos.
Igualdad, inclusión y no discriminación, es decir, poner el foco en el desarrollo basado en los derechos humanos, es la mejor manera de reducir las desigualdades y reanuda el camino hacia la consecución de la Agenda 2030.