El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cargó contra la Unión Europea (UE), a la que le recordó su pasado esclavista, y que fueron gobernados por fascistas y nazistas.
“Los santos europeos le pusieron las cadenas a seres humanos en África y los convirtieron en esclavos”, señaló Ortega.
Lo dijo en un acto en conmemoración al 50 aniversario del terremoto que devastó Managua en 1972.
“Europa es la madre maldita de la esclavitud, traficaron con los esclavos, hicieron negocios con los esclavos”, lanzó.
El líder sandinista hizo referencia al pasado europeo al comentar la letra del Himno de la Alegría.
Acusó a los países europeos de imponer “guerras, sanciones, agresiones, bloqueos”.
Esas son “prácticas terroristas de los países que se dicen civilizados, que deberían dar el ejemplo para que caminemos todos hacia un mundo mejor”, agregó.
Pidió que eso sea el principio del respeto a la nación, a los pueblos, independiente de su tamaño, de su ideología, de su religión.
Observó que esos principios, pese a estar consignados en la Carta de las Naciones Unidas, “los primeros que irrespetan esos principios son los países que se dicen civilizados”
Han tenido una práctica de apoderarse de naciones, de continentes enteros, dominarlos, colonizarlos, añadió el presidente.
“Todos esos países europeos, fariseos, tienen el pecado mortal de haber desatado guerras entre ellos mismos disputando la hegemonía y el dominio del planeta”, añadió.
Ortega dijo que Europa, “de sus entrañas envenenadas, era natural y normal que naciera el fascismo, que surgiera un Hitler”.
Presidente de Nicaragua dice que el nazismo se ha expandido
Afirmó que “en estos tiempos el nazismo se ha expandido, se ha reproducido en los mismos países europeos que fueron ocupados por la Alemania nazi y en la misma Alemania están los nazis multiplicándose”.
El mandatario nicaragüense dijo que la Tierra no puede “renunciar a un mundo sin guerra, sin nazismo, sin agresiones, sin invasiones, sin prácticas esclavistas”.
Criticó que se le llame a Europa y a los Estados Unidos “la cuna de la democracia”, porque, a su juicio, en esos países siempre está el fascismo y el neocolonialismo.
Ortega celebró ese acto en el centro de convenciones Olof Palme, en Managua, en el que pidió un minuto de silencio por las miles de víctimas que dejó el terremoto de 1972.
Así mismo pidió por Blanca Segovia Sandino Aráuz, hija del héroe nacional Augusto C. Sandino (1895-1934), fallecida este viernes.
Ortega encabezó el acto junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
También participó el alto mando del Ejército de Nicaragua y de la Policía Nacional, así como el presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Gustavo Porras, y la alcaldesa de Managua, Reyna Rueda.