Las autoridades de El Salvador calcinaron este lunes un cargamento de 2,7 toneladas de cocaína, decomisado recientemente en aguas del Pacífico y que representa la incautación “más grande” de droga en 2021, de acuerdo con fuentes oficiales.
El procedimiento, en el que participaron agentes de la Policía Nacional Civil, miembros de la Fiscalía y autoridades de la Dirección General de Medicamentos, fue realizado en un descampado del cantón San José Changallo, en el municipio de Ilopango (este).
El cargamento, cuyo valor económico ronda los 67,5 millones de dólares, fue incautado a más 851 kilómetros de la costa de la localidad de Acajutla (occidente), según lo informó el presidente Nayib Bukele el pasado 19 de noviembre.
La droga era transportada en tres embarcaciones conducidas por 4 ecuatorianos, 2 colombianos y 3 mexicanos, quienes enfrentan un proceso penal en el país centroamericano por el delito de tráfico ilícito.
El titular del Ministerio de Defensa, René Merino Monroy, señaló este lunes en una rueda de prensa que dicho decomiso es el “más grande del año” e indicó que en lo que va de 2021 han sido decomisadas 7,4 toneladas de diferentes tipos de droga valorada en 165,7 millones de dólares.
En 2020, de acuerdo con Merino Monroy, fueron incautadas 2,7 toneladas de droga con un valor de 4 millones de dólares y en 2019 el narcótico decomisado fue 785 kilogramos valorado en 1,3 millones de dólares.
De acuerdo con un informe de 2020 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el narcotráfico en Centroamérica y el Caribe contribuye a aumentar el ya muy elevado nivel de violencia en la región por la pugna competitiva entre los grupos criminales.
La JIFE insiste en que “las pandillas locales y los grupos delictivos internacionales siguen explotando” la región de Centroamérica y el Caribe “como zona de tránsito y ruta de reexpedición de las drogas procedentes de América del Sur y destinadas a los mercados de consumo de América del Norte y Europa”.