Han pasado casi nueve meses desde aquel 18 de diciembre de 2022, cuando Argentina ganó el campeonato mundial de fútbol en Catar.
En dicho país la emoción aún está latente, que incluso hay hinchas que los 18 de cada mes celebran el acontecimiento.
Pero lo de un hincha en particular es “otro nivel”.
El hombre todos los días, durante los casi nueve meses, a la misma hora sale a celebrar la copa.
Se trata de Guillermo Ortiz quien se dirige todos los días, entre las ocho y nueve de la noche, a la intersección de las Avenidas Ramón Franco y Mitre para contagiar a todos con su alegría.
Para ellos se pone la camiseta de la Selección y lleva consigo una bandera atada sobre su cuello y otra colocada en un palo de escoba.
Guillermo tiene 58 años, es obrero y mencionó que hará este ‘ritual’ hasta el próximo Mundial.
Para ello, dice, espera que el cuerpo se lo permita.
Todo empezó en la derrota con Arabia Saudita, la mañana del 22 de noviembre de 2022, cuando Argentina tembló.
Mientras algunos empezaban a hablar de una posible eliminación en primera ronda del Mundial, Guillermo los contradijo a su manera y salió a la calle. “Lo tenía que hacer, era necesario”, menciona.
“No es una promesa. Esto salió de la euforia. Lo hice y lo hago porque soy argentino, campeón del mundo”, detalla.