Aún sin Lionel Messi y con Neymar expulsado a la hora de partido, Kylian Mbappe rescató la victoria para el París Saint Germain en el minuto 96.
Mbappe sufrió un penalti que él mismo transformó en el definitivo 2-1 contra el Estrasburgo, el penúltimo de la clasificación, cuando el empate parecía inamovible.
Sobre la hora, en inferioridad numérica, de forma agónica, con una seria advertencia para el futuro, el PSG cumplió con la lógica.
El club parisino es el líder de la tabla, con 16 jornadas ya disputadas, de las que ganó 14 y empató tan solo dos.
Así amplía a ocho puntos su ventaja sobre el Lens, su único perseguidor de verdad, que enfrenta este jueves al Niza.
Aún es invencible este año en la ‘Ligue 1’, pero también se descubre vulnerable cuando no se toma los encuentros con intensidad y ambición que requiere cualquier rival.
Entre la colección de futbolistas de las que dispone su millonario proyecto, cuyo anhelo se centra en la Liga de Campeones desde hace años, aparecen accidentes como el que sorteó este miércoles.
Al PSG no le bastó con el 1-0. Impulsado por Neymar, asistente por décima vez, Marquinhos marcó al cuarto de hora del partido.
Después llegarían los apuros del 1-1 del Estrasburgo, también protagonizado por el central brasileño, pero en su propia portería.
La pérdida de la pelota había sido de Verratti (la ampliación de su contrato hasta 2026 se anunció antes del inicio del choque).
El PSG ya mostraba relajación desde muchos minutos antes, quizá desde el 1-0 con el que se conformó.
Entonces comprobó que no era así, incluso agravado por la expulsión sobrepasada la hora de partido de Neymar, con dos amarillas en tan solo dos minutos.
La primera, por una acción sobre Thomasson, cuando el balón era suyo; la segunda por una simulación que Clement Turpin consideró para la segunda tarjeta.
Neymar expulsado y Mbappe al rescate
Se fue al vestuario Neymar, en evidencia por tal situación con un marcador tan ajustado, para amplificar las dificultades del líder, que encaró la media hora final en inferioridad numérica y con empate.
Un alivio para el Estrasburgo, que, para entonces, pese al 1-1, volvía a sentir la presión del PSG, hasta la expulsión de Neymar.
Siempre con el recurso latente de Mbappe, una amenaza para su adversario, Christophe Galtier añadió al terreno de juego a Carlos Soler y Pablo Sarabia para reiniciar la ofensiva sobre la portería visitante. Era ya el minuto 72.
La nueva fórmula arrinconó al conjunto visitante, resistente en su campo frente al París Saint Germain hasta el minuto 96.
Y fue al final cuando Mbappe acudió al rescate, derribado en el área y goleador de penalti para enmendar a Neymar y al líder.