El reto renovado de Carlo Ancelotti, conquistar dos cursos seguidos una gran Liga tras convertirse en el único técnico de la historia en ganar las cinco grandes, encuentra un desafío apasionante en LaLiga Santander, que empieza esta semana, gracias a la revolución de plantilla del Barcelona para volver a reinar y al proyecto apuntalado de Diego Simeone en el Atlético de Madrid, aspirantes al trono hacia el que pretende dar el paso definitivo el Sevilla.
La fuga de talentos que marcaba el fútbol post pandemia en España, ha menguado y LaLiga Santander, agitada por un Barcelona renovado a base de palancas activadas por Joan Laporta, representa el inicio de una nueva etapa. Clubes más saneados gracias a la inyección económica del fondo CVC -todos de Primera salvo Athletic Club, Real Madrid y Barça-, que cumple un año y se aprecia en la capacidad para retener a sus estrellas y mejores infraestructuras.
El número de fichajes en LaLiga Santander llegará a la centena. Sin los alardes del pasado pero clubes reforzados, en busca de sus objetivos en una edición atípica, con un parón entre noviembre y diciembre por la disputa del Mundial fuera de su fecha habitual, en Qatar, que obliga a reinventarse. Un mes de parón inoportuno para los clubes que menos internacionales aporten. Una competición que desgastará a sus estrellas para los equipos plagados de referentes en sus países. La obligación compartida de cambiar en el camino.
Las 18 últimas ediciones han tenido dos dominadores, Barcelona (10) y Real Madrid (6). Solamente el Atlético de Madrid de Simeone estuvo capacitado de romper la hegemonía. El técnico más longevo en los banquillos, camino de los once años al mando de un club al que volvió a instalar entre los grandes.
Para rescatar de las sombras en las que se habían instalado aparecieron Ancelotti en el Real Madrid y Xavi Hernández en el Barcelona. El conjunto madridista es el rival a batir de LaLiga tras la fortaleza exhibida en la última edición, dejando en el olvido el año sin títulos de despedida de Zinedine Zidane. Con un bloque reforzado en músculo para crecer desde la seguridad defensiva con la llegada de Rudiger y Tchouaméni. Ya sin tres jugadores que marcaron una época, pero cuyo recorrido había llegado a su fin en el club blanco: la leyenda Marcelo, futbolista con más títulos (25), Gareth Bale e Isco Alarcón.
La revolución la protagoniza el Barcelona. De la recesión con el adiós del gran ídolo Leo Messi y la obligación a tirar de cantera hace un año para Ronald Koeman, a una plantilla que ha devuelto la ilusión de golpe al barcelonismo. Con Laporta y Mateu Alemany haciendo un ejercicio de ‘ingeniería económica’ entre palancas, inscripciones de fichajes y negociaciones. Con Xavi entrando de lleno en conversaciones con jugadores que permiten dar un gran salto de calidad.
Aterriza en el fútbol español uno de los mejores goleadores del mundo, Robert Lewandowski. Y junto a él Raphinha, Jules Koundé, Andreas Christensen y Franck Kessié. En unas horas Marcos Alonso. Todos ellos jugadores contrastados en operaciones que se acercarán a los 200 millones de euros si se ejecutan variables en función de éxitos a los que vuelve a aspirar un Barça repleto de ambición.
El trío de candidatos al título lo cierra un Atlético de Madrid que decepcionó en su defensa de corona y que ha cubierto sus necesidades con apuestas firmes. Los regresos de Álvaro Morata, que se ha ganado a base de goles en una gran pretemporada ser el relevo de Luis Suárez, y Saúl. La llegada de Nahuel Molina y Witsel a un proyecto en el que Joao Félix asumirá el liderazgo. Las sensaciones de los amistosos, inmejorables. Con pleno triunfos, dos convincentes ante Juventus y Manchester United.
A ellos se quiere sumar el Sevilla que busca el gran sueño de LaLiga. Con Julen Lopetegui peleó como alternativa pero se acabó cayendo pagando el exceso de esfuerzos en competición europea. Sin esa fe necesaria para agarrarse a la contundencia en el último tramo que le permita conquistar el título. Lo intentará resucitando la magia de Isco, con un proyecto al que le faltan piezas tras vender a sus dos baluartes defensivos, Diego Carlos y Koundé. De momento con Marcao y Telles como caras nuevas, a la espera de nuevos inventos de Monchi.
Igual de capacitados por calidad de plantillas para instalarse en la zona más alta están el Betis, quinto la pasada temporada, en un proyecto de continuidad para Manuel Pellegrini, que suma a Luis Felipe y Luiz Henrique; la Real Sociedad que añade calidad con las incorporaciones de Kubo y Brais Méndez, descontando semanas para el regreso de su referente Mikel Oyarzabal; y el Villarreal de Unai Emery, que a la espera de Gio Lo Celso, refuerza el bloque con Kiko Femenía y el goleador eterno, el ‘comandante’ Morales.
Con ilusiones europeas arrancarán el Athletic Club con el regreso de Ernesto Valverde en su tercera etapa en el banquillo; el Getafe con apuestas nacionales como Borja Mayoral, Luis Milla o Portu; el Celta de Iago Aspas con una plantilla más completa; o el Valencia tras un nuevo giro en años de cambios, con la apuesta por un nuevo estilo de juego con Gennaro Gattuso respecto a Bordalás, asumiendo el adiós de Gonçalo Guedes, pero reteniendo a Carlos Soler y Jose Luis Gayà en su último año de contrato con la vuelta de Samu Castillejo al fútbol español y la apuesta por Samuel Lino.
Almería, Girona y Real Valladolid son los nuevos inquilinos de Primera, con el reto de asentarse en una categoría en la que Osasuna se reforzó bien con la experiencia de Moi Gómez, Rubén Peña y Aitor Fernández, el Rayo Vallecano de Andoni Iraola quiere seguir enamorando con su atrevimiento, y esperan evitar sufrimiento Espanyol, con le llegada de Diego Martínez a su banquillo, Elche y un Cádiz que se vio con pie y medio en Segunda, salvándose en la última jornada.