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El ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos), campeón olímpico en ruta, uno de los favoritos descabalgados en la general, tiró de orgullo para imponerse en solitario en la duodécima etapa de la Vuelta, disputada entre Salobreña y Peñas Blancas/Estepona, de 192,7 km, en la que mantuvo el jersey rojo de líder el belga Remco Evenepoel (Quick Step).

Carapaz no faltó a la cita con la gloria. Desahuciado en la general, el medalllista de oro en Tokio cumplió con el objetivo B de ganar una etapa, y lo hizo en la cima de Peñas Blancas, en solitario, tirando de orgullo contenido y festejando el éxito en meta. Primera victoria en la Vuelta en su última temporada en el Ineos, próximo a su marcha al EF Education.

La “Locomotora del Carchi”, de 29 años, ganador del Giro 2019, se filtró en la numerosa fuga del día y a falta de dos kilómetros de meta atacó con fuerza, inapelable, para coronar a lo grande, con un tiempo de 4h.38.26, 9 segundos por delante del neerlandés Wilko Kelderman (Bora Hansgrohe) y 24 menos que el español Marc Soler (UAE), ganador en Bilbao, un día más en la lucha por la etapa.

Carapaz está en el puesto 16 a once minutos del líder, en la clasificación general. Es la primera vez que un ecuatoriano gana una etapa.

“Hubo gesto de rabia y felicidad. Viene con otros objetivos, ahora quería ganar una etapa. Estoy feliz, ganar en la Vuelta es lo mejor. Era una subida constante, 40 minutos de subida y sabía que tenía que entrar en la fuga. Tenía un movimiento al final y lo logré”, dijo el ecuatoriano en meta.

Los favoritos firmaron tablas. Solo entraron a la batalla, y no descarnada, en los últimos cuatro kilómetros. Lo intentó Enric Mas, también Carlos Rodríguez mientras se coronaba por delante su compañero Carapaz, pero Remco Evenepoel no permite alegrías a nadie. El belga vistió con solvencia el jersey rojo por sexto día consecutivo. Mantuvo a 2.41 minutos a Roglic, a Enric Mas a 3.03, a Carlos Rodríguez le alejó a 4.06 y Ayuso se mantuvo en 4.53.

CARAPAZ, SOLER Y VINE EN LA FUGA DE 33 CORREDORES

Una etapa unipuerto con el aliciente en los últimos 20 km del ascenso a Peñas Blancas, en el municipio de Estepona, jornada por la costa donde debían citarse por las alturas los hombres de la general. A la salida de Salobreña faltaron 3 corredores, el colombiano Buitrago, el neerlandés Boy Van Poppel y el australiano Scotson, los dos primeros afectados por el Covid. El virus ataca en serio en la Vuelta.

De entrada, múltiples intentos de fuga, pero hasta el km 45 no hubo licencia por parte del pelotón, que levantó el pie para gozo de 33 corredores que salieron a la aventura. Escapada numerosa que llegaría a meta. Allí estaban Richard Carapaz, condenado a luchar por una etapa, Soler, Rojas, Jay Vine, el conquistador del Pico Jano y La Fancuaya, y como mejor clasificado Kelderman a un cuarto de hora de Evenepoel,

Las diferencias fueron en aumento. El Quick Step no tenía ningún interés en declarar el ritmo de caza, más bien rodó plácidamente con Cavagna al frente por la costa de Granada y Málaga. La marabunta en fuga iba con 10 minutos a 50 de meta. Solo el italiano Battistella, excampeón del Mundo sub’23, intentó la aventura en solitario, sin éxito.

La tranquilidad en el gran grupo se truncó por una caída que hizo rodar por el asfalto a Remco Evenepoel, accidente sin consecuencias, ya que el belga volvió a su sitio, esperado por el pelotón.

RABIA, EMOCIÓN Y ORGULLO EN LA VICTORIA DE CARAPAZ

Peñas Blancas (1ª), 19 km al 6,7 por ciento y rampas del 15 fue el decorado para interpretar la etapa. Nueve años después la Vuelta volvió a Peñas Blancas, pero hasta una cota superior, por lo que se incluye la cima malagueña entre las cinco inéditas de la presente edición junto Pico Jano, Colláu Fancuaya, Monasterio de Tentudía y el Alto del Piornal. En aquí el 2013 se impuso el checo Konig.

El sucesor viajó en la fuga del día, aguantó los ataques del francés Gesbert y de Kelderman, explosivos subiendo el monte quemado de la Sierra Bermeja. El carchense tenía guardada una sola bala en la recámara, y la soltó a 2 km de meta. Saltó disparado, apretando los dientes, sin mirar atrás, y se fue directo a estrenar su casillero en la Vuelta.

Y lo logró. Carapaz dejará el Ineos después de alcanzar podio en el Tour, Giro y Vuelta. Se irá al EF Education. A la Vuelta llegó con ampliar miras, pero enseguida hubo de cambiar el chip. Cruzó la meta golpeando el manillar, agitando los brazos, gritando. La tensión y la gloria se dieron la mano en la cima de Peñas Blancas.

Este viernes se disputará la decimotercera etapa, entre Ronda y Montilla, con un recorrido de 168,4 km. EFE