Las fuerzas de seguridad de Brasil detuvieron el jueves a una antigua funcionaria de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA) de Bolivia investigada por dar autorización del vuelo que trasladaba al equipo de fútbol Chapecoense, que se estrelló en 2016 en Colombia dejando 71 fallecidos.
Según las informaciones recogidas por el diario brasileño ‘O Globo’, Celia Castedo Monasterio, controladora aérea responsable del análisis y aprobación del plan de vuelo, fue detenida en la ciudad brasileña de Corumbá y está a la espera de que se adopte una decisión sobre la orden de extradición emitida por Bolivia que pesa contra ella.
El Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil ha resaltado que Castedo Monasterio, quien obtuvo el estatus de refugiada en Brasil en 2016 afirmando que sufría una “persecución” en su país, “es requerida por la Justicia boliviana para responder de la supuesta práctica del crimen de atentado contra la seguridad del espacio aéreo”.
La propia Castedo Monasterio afirmó en 2018 que había hecho varias observaciones al plan de vuelo, incluida la cantidad de combustible y la autonomía de vuelo. “Recalqué tres veces que el combustible era exactamente igual que el que se necesitaba para volar ese tiempo en esa ruta. La parte operativa es de exclusivo conocimiento de la empresa”, manifestó.
“Nosotros no podemos hacer nada. La AASANA no podía impedir el vuelo chárter. Ellos, los de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), autorizan y fiscalizan todos los vuelos regulares y no regulares. La DGAC es la única que puede detener un vuelo, nosotros sólo recibimos el plan de vuelo”, recalcó, tal y como ha recogido el diario boliviano ‘El Deber’.
El avión de la compañía Lamia que trasladaba a los jugadores del equipo brasileño Chapecoense se estrelló en noviembre de 2016 en la zona del Cerro Gordo de la Unión, en el departamento colombiano de Antioquia, tras haber informado de que sufría un fallo eléctrico. A bordo de la aeronave viajaban 77 personas, entre jugadores, acompañantes, técnicos, periodistas y tripulantes, de los que sólo sobrevivieron seis.