Conor McGregor, excampeón de la UFC, anunció que buscará ser candidato en las elecciones presidenciales de Irlanda, previstas para el 24 de octubre de 2025.
El luchador sorprendió a sus seguidores al publicar el mensaje en redes sociales, donde pidió respaldo de concejales y parlamentarios para oficializar su postulación. “Ciudadanos de Irlanda, ¡el momento del cambio real es ahora! Como presidente, no firmaré ningún proyecto de ley hasta que vuelva a la gente primero. Si desea ver mi nombre en la boleta para la Presidencia, le insto a que se comunique hoy mismo con los concejales de su condado local y les pida que me nominen”, escribió en la red social X.
Para aparecer en la papeleta electoral, Conor McGregor necesita el apoyo de al menos 20 miembros del Parlamento o cuatro autoridades locales. El periodo de inscripción arrancó el 5 de septiembre y finalizará al mediodía del 24.
Conor McGregor: críticas al gobierno
El aspirante a presidente mantiene un discurso crítico contra el actual Gobierno de Irlanda, sobre todo en temas como la inmigración y la crisis habitacional. Conor McGregor responsabiliza al Estado por el sinhogarismo infantil, al que calificó como un fracaso para proteger a los ciudadanos más jóvenes.
En marzo pasado, durante el Día de San Patricio, se reunió con el expresidente estadounidense Donald Trump en un evento oficial. Allí llamó la atención al portar una gorra con el lema “Make Ireland Great Again”, en clara referencia al eslogan usado por Trump.
Baja intención de voto
La candidatura de Conor McGregor también despierta controversia por sus antecedentes judiciales. En 2024, un tribunal civil de Dublín lo declaró culpable de violación a Nikita Hand, condenándolo a pagar más de 248.000 dólares. Meses después, perdió la apelación relacionada con el caso, lo que mantiene dudas sobre su idoneidad política.
Expertos en política consideran improbable que logre los apoyos requeridos para competir. El profesor Eoin O’Malley, de la Universidad de Dublín, lo calificó como “demasiado controvertido” para consolidar una candidatura sólida. Una encuesta publicada en abril confirmó esa percepción, ya que solo un 7% de los irlandeses estaría dispuesto a votar por él.