Víctor Fernando Velásquez, de 48 años de edad, murió en el motel ubicado en la avenida El Cooperativismo de Santo Domingo.
La alerta la dio una mujer de 34 años, quien acompañó al hombre hasta una habitación del lugar para tener sexo.
Sin embargo, minutos después de terminar el acto, el hombre murió, se presume que por un infarto.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 13h00 de ayer.
>Al sitió llegó la esposa. Al lugar llegó una mujer que dijo ser la conviviente de Velásquez. Arribaron a la escena también otros familiares, quienes suponían que el fallecido estaba trabajando como de costumbre, realizando carreras en un taxi ejecutivo que tiene su parada en la Ciudad Verde, sin imaginarse lo que estaba sucediendo en el interior del motel.
La Policía Nacional custodió a la mujer que se encontraba en la habitación, para evitar enfrentamientos, además de realizar las entrevistas para continuar las investigaciones.
En pocos minutos llegó la ambulancia de Medicina Legal para retirar el cadáver.
Compañeros del taxismo se hicieron presentes en el motel para brindar apoyo a la familia. Ellos lo recordarán como un hombre alegre y buen compañero.
Una de sus hijas que estuvo presente derramó lágrimas por la pérdida de su padre, mientras que su actual pareja se mantuvo seria durante el levantamiento del cuerpo de su esposo.
>Solo 25 minutos. Según información policial, el taxista y la mujer ingresaron cerca de las 11h00 ayer al motel.
Ambos habían ingerido unas cervezas y el hombre le pidió a la chica una bebida energizante. A los pocos segundos de haberla ingerido cayó desplomado al piso, junto a la cama.
De inmediato la mujer llamó al personal del motel en busca de ayuda, y el hecho se avisó al Ecu911. Cuando llegaron los paramédicos solo comprobaron la muerte de Víctor Velásquez.
La conviviente del taxista dijo que su pareja tenía problemas cardiacos y el doctor le había recomendado tomar aspirinas.
>Taxista y payaso. Víctor Velásquez, además de trabajar como chofer de un taxi, tenía su profesión como comediante.
Era oriundo de Valencia-Los Ríos, llegó a territorio tsáchila hace algunos años, donde hizo su vida con su esposa, con quien contrajo matrimonio el 11 de marzo del 2000.
El hombre dejó en la orfandad a dos hijas, una de ellas menor de edad.