La presencia de insectos y el hedor insoportable prendieron las alertas de los habitantes de la comuna Velasco Ibarra.
En esta zona, ubicada a pocos metros del kilómetro 13 de la vía a Quinindé, había un cadáver desmembrado y embalado en bolsas negras plásticas.
Desde el miércoles los vecinos se percataron de las fundas en el sitio, pero pensaron que eran desechos que alguien había abandonado en el lugar, pues es un camino de tierra poco transitado y es común que dejen animales muertos ahí.
Sin embargo, una de las fundas se rompió, y quienes creían que los bultos tenían basura se asustaron al ver dedos de un pie humano y partes de un brazo.
>Sin identificar. Uno de los vecinos dio aviso a la Policía de lo que encontró. Él asegura que el miércoles, como cada día, había pasado por la zona y vio los bultos. Al día siguiente (ayer) decidió acercarse y se percató d que era un cadáver en avanzado estado de descomposición.
Avisó a los uniformados de la UPC de la zona y en pocos minutos llegó el personal de Criminalística y de la Dinased para levantar los indicios en la escena.
A la llegada de la ambulancia del vehículo de Medicina Legal, sobre la bandeja metálica donde trasladan los cuerpos los uniformados colocaron cuatro fragmentos de un cuerpo humano.
Estaba la cabeza en una bolsa, las extremidades en otra y el tronco en otro envoltorio.
Los restos fueron llevados hasta el centro forense de Santo Domingo, donde hasta el cierre de esta edición no llegaba nadie a identificar a la víctima de esa muerte violenta, que se convierte en la 115 reportada en la provincia en lo que va de este año.
Extraoficialmente se supo que al parecer el cadáver podría tener tatuajes que le vinculen a alguna agrupación delictiva.
Se presume que la persona encontrada fue asesinada con un arma blanca.
El pasado 27 de septiembre los moradores de la comuna Los Naranjos vivieron una experiencia similar, cuando en ese lugar hallaron en un saco los restos de un hombre de nacionalidad venezolana, también desmembrado.