El cuerpo de Ronald Stalin Alejandro Santana, de 28 años, quedó sobre una mesa y una silla donde poco antes de su muerte estaba bebiendo junto a su esposa Jéssica Yahaira B., de 40 años.
Desconocidos llegaron en moto y sorprendieron a balazos a la pareja.
El hecho violento ocurrió aproximadamente a las 19h00 del sábado, en la provincia de Los Ríos.
Las detonaciones alarmaron a los habitantes de la calle Aquiles Carriel y Jesús de la Cadena, cerca de la Unidad Educativa Ángel Véliz, quienes al salir hallaron a su vecino muerto y a la mujer de él herida pidiendo ayuda a gritos.
La muerte violenta encendió una vez más la alerta de inseguridad que registra el cantón Vinces, donde se han registrado varios sucesos ligados a organizaciones delictivas.
Agentes de la Policía llegaron al sitio, donde hallaron a la víctima ya sin signos vitales.
Se lanzó
El reporte policial indica que Ronald Stalin tenía tres balazos en la cabeza y un cuarto disparo en el tórax.
Los criminales usaron para el cometimiento del asesinato pistolas calibre 9 milímetros.
Cerca del cuerpo, los agentes de la Unidad de Criminalística hallaron varios indicios balísticos.
Jéssica Yahaira B., esposa del fallecido, fue llevada de urgencia al hospital Nicolás Cotto Infante, de Vinces. Ella presentaba en la pierna izquierda.
Jéssica Yahaira dijo a la Policía que estaba junto a su esposo bebiendo cerveza en el portal de su domicilio, desde horas de la tarde del sábado.
Añadió que aproximadamente a las 18h30 escuchó varios disparos.
Ella se lanzó al piso y al terminar la balacera observó que su esposo estaba ensangrentado sobre la mesa.
La Policía indicó que el ahora fallecido no registraba antecedentes penales e investigan los motivos del ataque armado.
El crimen de Ronald Stalin Alejandro Santana se registró a una semana de la masacre en una vivienda situada en las calles Walter Andrade y José Echeverría; en el hecho, cinco personas fueron asesinadas y otras ocho resultaron heridas.
Sobre este suceso, el coronel William Calle dijo que se han identificado a cuatro de los asesinos, conocidos por el alias de ‘Mellizos’, ‘Ruso’ y ‘Cucaracha’, precisando que la masacre estaba inmersa “a problemas entre organizaciones delictivas”