10 de las 21 familias afectadas por el incendio registrado hace una semana en la parroquia San Pablo, de Portoviejo, se negaron a ser reubicadas en casas de alquiler por el municipio.
Estas llegaron a un acuerdo para recibir el dinero del alquiler y poder invertirlo en reconstruir sus viviendas, ya que las mismas no están en zona de riesgo y necesitan adecuaciones. Mientras tanto seguirán habitando en el lugar, se informó.
La semana anterior, el vicepresidente ecuatoriano Otto Sonnenholzner recorrió el lugar afectado por el voraz incendio y se comprometió a construir viviendas para las familias damnificadas. Dijo que estarían en un periodo de seis meses.
Ante ello, esa ayuda también llegará a las personas que no dejaron el San Pablo, no como vivienda, sino como reconstrucción de sus actuales domicilios.
