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El incremento en el precio de algunos ingredientes que lleva la fanesca, no ha sido obstáculo para mantener la tradición.

Paola Saltos buscaba ayer, en uno de los módulos de la calle Alajuela y 1 de Enero, los productos para la elaboración de la fanesca.
Dijo que solo consultó los precios, pero que el dinero no le alcanzaba para comprar, por lo que planeaba regresar en estos días.
María Andrango, comerciante del Mercado 1 en Portoviejo, señaló que en estas fechas siempre hay incremento en el precio de los ingredientes.
La diferencia este año es que además no se encuentra todo lo necesario, acotó la comerciante.
“Si alguien quiere todos los productos, debe encargarlos con mínimo dos días de anticipación, ya que la mayoría de ingredientes viene desde el mercado mayorista de Ambato”, relató Andrango.
Emilia Cañarte, propietaria de un supermercado, manifestó que todos los productos son difíciles de conseguir en un solo lugar.

Pescado. El bacalao es el ingrediente más costoso, cuyo precio es unos 15 dólares el kilo y se lo encuentra en los supermercados o bajo pedido, según indicó el chef Carlos Villacís, propietario del restaurante Momentos.
Villacís dijo que antes de la pandemia vendían 140 platos, la ventaja era que los clientes podían servirse en el mismo local, ahora entregan a domicilio y espera vender 80 platos, mencionó.
Manuel Naranjo propietario de La Paisanada, local donde se preparan platos típicos de la Sierra como fritada y fanesca, recordó que la venta de este último platillo tiene su apogeo el Viernes Santo, aunque él la vende hasta el día sábado.
Naranjo tiene seis años en Portoviejo y contó que todo el tiempo por esta época suben los precios de los productos para preparar la fanesca, especialmente el pescado, aunque enfatizó que esta vez todavía no tiene un estimado del costo.

Tradición. La fanesca es uno de los platos tradicionales de Ecuador.
Se consume en Semana Santa y es un potaje que reúne minerales, proteínas y vitaminas.
Este platillo se realizaba durante la celebración del Mushuk Nina, festividad que daba inicio a un nuevo año.
Llevaba el nombre quichua de ‘uchucuta’, que significa granos tiernos.